La cuestión es huir de Madrid

Movimientos migratorios como los que se producen en verano con el asidero del puente del Pilar donde agarrarse, pero con el efecto multiplicador de ese acoso que Sánchez ejerce sobre Madrid, la comunidad estrella de la nación y que dolorosamente, para él, se escapa de su yugo. Bueno, eso de que se le escapa es un decir, ya que su paranoia dictatorial siempre le pone a mano el recurso con el que driblar a la autoridad vigente. En un país normal, algo que éste ya no lo es por esta nueva e incomprensible normalidad, la capital de la nación es cuidada con esmero por su condición de gran escaparate del país. Aquí, todo lo contrario, es azuzada y obligada a defenderse como puede. Entre otras armas defensivas, la emigración en masa, como si fuese el puente de Santiago o aquel del 18 de julio con la paga extra calentita. Se trata de huir de Madrid, sólo eso.