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La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

No, no es 28 de diciembre

Dicen que quieren mejorar el equilibrio entre turistas, ciudad y residentes en el centro, especialmente en Santa Cruz

El Ayuntamiento -informa la compañera María José Guzmán- sostiene que en Sevilla no ha habido turistificación ni turismofobia. Lo segundo es cierto, porque sería de necios morder la mano que nos da de comer. Pero lo primero no lo es. Según el Diccionario del Español Urgente turistificación, palabra no recogida por la RAE, "se refiere al impacto que tiene para el residente de un barrio o ciudad el hecho de que los servicios, instalaciones y comercios pasen a orientarse y concebirse pensando más en el turista que en el ciudadano que vive en ellos permanentemente". Si al pasear de las puñeteras setas de la Encarnación al entorno de la Catedral, al entrar en la Catedral o en el Salvador, al observar como a la par que desaparecen los comercios de proximidad se multiplican bares, hoteles, restaurantes, terrazas y apartamentos turísticos no percibe usted ese impacto, le felicito (aunque también le recomiendo que acuda a un oftalmólogo de su confianza). Porque es difícil negar, como hace el Ayuntamiento, que en el centro histórico los servicios, instalaciones y comercios no se hayan orientado y concebido pensando más en el turista que en el ciudadano que vive en ellos permanentemente.

Tan claro está que hay una turistificación que el propio Ayuntamiento que niega su existencia -escribía la compañera- "es consciente de la necesidad de reordenar los flujos turísticos para evitar el colapso de determinadas zonas del casco histórico y encontrar el equilibrio entre los hábitos de los residentes y los de los visitantes que vienen a disfrutar de la ciudad". Un equilibrio, desgraciadamente, ya roto para siempre porque el Ayuntamiento ha dado licencias como si no hubiera un mañana y ha permitido que muchas calles sean una ininterrumpida hilera de bares y veladores, al igual que la Iglesia ha convertido la Catedral y el Salvador en museos.

Ahora, según el delegado de Turismo, "el gobierno municipal pretende ordenar los grupos turísticos para propiciar un mejor desarrollo de la actividad, una mejor convivencia en aquellos enclaves de mayor concentración, como todo el entorno de los monumentos declarados Patrimonio Mundial, especialmente en el barrio de Santa Cruz". Miro la fecha: no, no es 28 de diciembre. Porque esto se dice desde el mismo Ayuntamiento que, por ejemplo, ha desfigurado Mateos Gago para convertirla en un gigantesco bar turístico al aire libre.

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