La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El desgarro de la muerte en el Parlamento de Andalucía
La ventana
SORPRENDENTE y afortunadamente, Gobierno y Junta están de acuerdo en algo y juntos remarán en la misma dirección en el proceloso asunto del cangrejo rojo. La decisión del Supremo de prohibir la pesca del citado crustáceo supone un daño considerable en la Marisma, sobre todo por lo que significa para la economía de la población que vive de esa práctica. El Gobierno central y la Junta de Andalucía, siempre actuando de forma divergente, al fin se ponen de acuerdo en algo y recurren la decisión del Alto Tribunal. Es natural, pues aparte los daños económicos en una población deprimida y con pocas salidas está el perjuicio ecológico que supondría que una especie invasiva como la de este decápodo campase a sus anchas. Al fin, Gobierno y Junta de la mano aunque sea en un asunto como éste en el que el sentido común aconseja lo contrario que la Justicia.
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