La aldaba
Carlos Navarro Antolín
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Desde mi córner
MIENTRAS el nadador estadounidense Michael Phelps desafía a la Historia, el atleta jamaicano Usain Bolt es capaz de dejar al mundo entero boquiabierto y los organismos de los aficionados devienen en un estado de vigilia constante por mor de los Juegos Olímpicos, entra en escena -da una patada en la puerta, más bien- el fútbol en toda su extensión. Francia, Alemania e Inglaterra ya han comenzado sus competiciones y España lo hizo ayer con el primer título de la temporada, la Supercopa entre el Real Madrid y el Valencia que tendrá su desenlace el próximo domingo.
Y como el fútbol no para, se nos cuela de rondón uno de esos amistosos que la selección tiene por estas fechas sin que nadie sepa muy bien porqué. No obstante, este bolo, esta vez, sí tiene importancia, no tanta como la que se pretende pero sí más de la habitual. El partido de este miércoles frente a Dinamarca es el primero que España juega como líder del ranking FIFA y como flamante campeona de Europa. Y es, también, el primero sin Luis Aragonés y con Vicente del Bosque en el banquillo.
El entrenador salmantino, por ello, ofreció el jueves su primera lista oficial de convocados, algo que despertaba morbo en algunas mentes ácidas y en otras mucho más rastreras. Por lo visto y oído, el bueno de Vicente Del Bosque va a tener que arrastrar durante su estancia en la selección el hecho de haber pertenecido al Real Madrid durante 25 años de su vida, por más que sea uno de los técnicos más laureados - sí, más laureados- de este país. Pues bien, para empezar cuatro novedades (Iraola, Amorebieta, Bojan y Diego Capel) y la ausencia de siempre: Raúl.
Y todavía las mentes, voces y plumas miserable y gratuitamente inquisidoras salen, se enfadan y siguen viendo dobles lecturas. Pobrecitos.
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