¿Cómo iba a salir Serra acusando públicamente?

La irrupción pública del balear estuvo presidida por la mesura para así evitar más crispación

07 de diciembre 2017 - 02:34

Tras el sostenido ridículo del equipo fue un clamor periodístico la petición de que los responsables que están por encima de Setién diesen la cara. Pasaban las horas desde que Estrada Fernández, un personaje para echarle la lupa encima, señaló el final de la vergüenza de Canarias, se sabía que los conciliábulos se sucedían en las tripas del Villamarín, pero nadie daba la cara si exceptuamos la conferencia de prensa postpartido de Setién.

La ola de indignación iba creciendo, la especie de que los futbolistas no quieren a Setién avanzaba viento en popa, seguían sin dar la cara desde las más altas instancias del club y todas las búsquedas de soluciones se quedaban en la más absoluta intimidad. Imagino que esa gente que no daba la cara lo hacía porque verdaderamente tampoco ellos saben por qué se ha desplomado el equipo. Y al fin dieron la cara y la daba Serra en territorio amigo, en los medios del club.

Y Serra, el admirable Lorenzo Serra, salió a la palestra con la intención de tranquilizar a la clientela. Y hay muchos componentes de esa clientela que se sintieron defraudados ante los paños calientes del balear. Al parecer esperaban que Serra se comportase urbi et orbi como solía comportarse en sus victoriosos tiempos de entrenador del Betis. Entonces daba calambre en las vacas flacas y el equipo reaccionaba, pero lo que no puede hacer hogaño es vocear en público.

Hizo un recorrido por el delicado momento que protagoniza el equipo, pero sin hacer sangre. No es tiempo de señalar a nadie desde su posición y sí de tranquilizar a los únicos que pueden enmendar las cosas, que son los mismos que la torcieron, no se olvide. Una bronca, una amenaza o poner en la diana pública al culpable o culpables de la situación habría sido una torpeza de irremisible efecto boomerang. Serra estuvo prudente, en su sitio y ojalá con efecto positivo, ojalá.

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