La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El desgarro de la muerte en el Parlamento de Andalucía
Qué empacho. Desde que en plena cuaresma arrancó la campaña electoral para las generales no hemos parado de escuchar promesas y promesas. Decía un filósofo del fútbol como fue Vicente Cantatore que prometer es de mentirosos y ahí estamos, escuchando promesas y más promesas, mentiras y más mentiras en boca de unos políticos que trufan mentiras y descalificaciones del rival con una facilidad que asusta. Más de dos meses escuchando a diario debates y mítines es tiempo más que suficiente para el hartazgo. Y en esa nómina de mentirosos también hay clases, desde el que se ve venir de la segunda raya hasta los muy taimados que hasta parece que van a cumplir algo de lo que prometen. Y de contrapartida que equilibra la balanza, la actuación de un juez impecable ante la poca vergüenza de los golpistas. Atiende por Manuel Marchena, sombreros fuera...
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