EL Íbex 35 cedió ayer un 1,83% al cierre de la sesión, lo que llevó al selectivo a situarse en los 10.689 enteros, en lo que es la caída más fuerte desde el mes de mayo. En el mercado de deuda, la prima de riesgo se colocó en 150,3 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 2,724%.

IAG se convirtió en el farolillo rojo de la jornada, con un retroceso del 7,12%, tras publicarse las previsiones adelantadas de Air France. Sacyr también fue otro de los valores fuertemente castigados en la sesión de ayer, con un recorte del 5,16%, seguido de Caixabank (-4,91%), Gamesa (-4,67%) y Acciona (-4,67%). Tan solo dos valores consiguieron mantener el tipo en el Íbex: Enagás (+0,81%) y Viscofan (+0,17%).

El signo negativo se impuso entre los blue chips, especialmente entre los dos bancos: BBVA se dejó un 1,91% y Santander un 1,73%. Telefónica cedió un 1,24%, Inditex un 1,19%, Repsol un 0,89% e Iberdrola un 0,7%.

De este modo, el Íbex se convirtió en la plaza europea que experimentó una mayor caída en la sesión de ayer, pese a que el pesimismo se expandió por el Viejo Continente: París recortó un 1,22%, Fráncfort un 1,13% y Londres un 1,01%. En el mercado de divisas, el euro se intercambió a 1,3613 billetes verdes.

El analista de IG Daniel Pingarrón señaló que con la caída sufrida este martes, la cotización actual del Íbex se sitúa cerca de un 5% por debajo de los máximos anuales.

Según el experto, los mercados europeos están mostrando mayor debilidad que los del resto del mundo, algo que se puede apreciar especialmente en el mal momento que atraviesan los bancos del continente. "Estamos, por tanto, ante una corrección técnica, a la que se han sumado algunos factores corporativos". Subrayó que el escenario "no ha cambiado, ni se han producido novedades entorno a las cuestiones que podrían generar un cambio en el apetito de los inversores, ni si quiera en el corto plazo".