La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Era urgente guardar silencio, alcalde
Cállense las lenguas de doble filo con el añadido de un solemne corte de mangas a la alcaldesa inculta que osa prohibir los toros en su feudo. ¿Existe en la oferta multicultural un espectáculo como el de un orfebre de la tauromaquia engarzando perlas bajo los sones de Suspiros de España? Ningún espectáculo en la actualidad como el de José Antonio Morante dando verónicas hasta la boca de riego o, ya en ella, recitar el toreo con la mano izquierda. Y extasiándonos ante tamaña visión, cómo entender que unos politicastros que llevan el sectarismo como estandarte del rencor quieran acabar con algo así es para ponerlos en la frontera de la política sin visado de vuelta. Pasó en esta gloriosa sabatina en La Malagueta y dicen los que lo vivieron que fue como cuando cierto camero faraónico se la echaba a la izquierda y Tejera acompañaba con LaGiralda.
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