Ellos se pelean y esto se va al...

CÓMO va España? Es la pregunta que se hacen, durante las vacaciones, numerosos gobernantes, políticos, empresarios, banqueros, economistas o periodistas de países como Francia, Alemania, Holanda, Finlandia, Suecia, Polonia, Austria, etcétera. Algunos están en nuestra tierra haciendo turismo. Y no se refieren al paupérrimo puesto que alcancemos en el medallero olímpico, sino a nuestra capacidad para salir de la crisis. La respuesta, a tenor del enésimo desencuentro entre el Gobierno central, el de la región de más peso económico (Cataluña) y el de la comunidad más poblada (Andalucía), es que España va a peor. Desde Europa ven que nos place pelearnos al borde del precipicio y generar desconfianza. Tenemos vocación por un rescate externo al precio que sea, pues no nos ponemos de acuerdo para rescatarnos a nosotros mismos.

En la política europea, con vistas a una cumbre, se suceden los contactos bilaterales y multilaterales, buscar alianzas... Todo para sacar adelante acuerdos desde los intereses nacionales. Cuando llega la cumbre, no se levantan de la sala hasta las cuatro de la madrugada en aras a sustanciar un consenso básico que presentar a la opinión pública, por mínimo que sea. En España, en cambio, tienen lugar los encuentros Griñán-Zoido y Rajoy-Griñán, y el buen rollo dura un suspiro. Son previos a un crucial Consejo de Política Fiscal y Financiera, y, ni por asomo, hubo voluntad de encerrarse las horas que hagan falta hasta forjar un pacto que a todos involucre. Es un disparate que el ministro Montoro se conforme con domeñar a las comunidades gobernadas por el PP, proponiendo que las menos arruinadas compensen a las que están con respiración asistida. Y es un gesto improcedente el de la consejera Aguayo, marchándose de la reunión. Vote en contra, pero no deje a Andalucía fuera de la sala.

Desde Europa nos ven como un todo para el rescate y para las deudas. Y llegan a conclusiones similares a las de los sevillanos sobre nuestros políticos. Se pelean y esto se va al...