Revalorización es la palabra y es lo que está consiguiendo el Betis con su plantilla. Los mimbres que Serra le entregó bien que los está aprovechando Setién para que la plantilla ande instalándose en unos niveles que ni a soñar en ese tiempo de penuria que tanto se alargó. Siete cambios hizo Setién el domingo pasado y seis antier en competición continental sin que las prestaciones ofrecidas se resintiesen lo más mínimo.

De aquellos tiempos en que se fichaban futbolistas del Huachipato y no de PSG, Sporting portugués, Fiorentina o Borussia Dortmund no queda ni rastro. Afortunadamente, el Betis ha conformado un plantel en el que, con los debidos respetos, lo mismo da que juegue Fulano que Mengano. Un plantel para andar con solvencia a cualquier nivel y que tiene como ejemplo el hecho de que se esté dando un caso que no se disfrutaba desde hace una eternidad de más de un decenio.

Desde que los inseparables Juanito y Joaquín fuesen asiduos a la selección no había aportado el club verde, blanco y verde una pareja de futbolistas al equipo nacional. Desde 2002 a 2006, ambos compartieron convocatorias y hasta fueron acompañados por Capi en alguna ocasión. Tras la marcha de Joaquín al Valencia, Juanito siguió contando para Aragonés y hasta salió campeón de Europa. Desde entonces, el marasmo, y es que en el Betis no había donde escoger algo.

El jueves volvió a darse una doble llamada, la de dos futbolistas de indudable rendimiento, Pau López y Bartra. El primero acalló los lamentos de algunos por la marcha de Adán y el segundo fue la génesis para un punto de inflexión en el pasado curso que posibilitaría el retorno del Betis a Europa. Así el panorama, nada sería de extrañar que la lista vaya aumentando, por lo que a ver quién duda de hasta qué punto se está revalorizando un plantel que vivía bajo mínimos.