Las sobras

Heredar o comprar ropa usada ya no es de menesterosos o de tiesos. Quien un día fue un filete estupendo hoy puede ser paté

26 de diciembre 2022 - 01:48

En Cataluña hoy 26, San Esteban, se celebra una comida familiar -otra- con los canelones como plato estrella. A nadie se escapa que siendo un menú delicioso responde al buen uso de esas carnes sobrantes que llevan cocinadas desde la nochebuena. Con las sobras se han hecho las mejores recetas: el reposado, las croquetas, friturillas o los diferentes guisos de papas que se hacen en Andalucía. A eso, repensado, se le llama sostenibilidad porque no hay nada más obsceno que tirar comida, como dirían esas abuelas que besaban el pan y nunca devolvían un plato que no estuviera vacío a la cocina. El concepto ha llegado incluso a la moda: se ha hecho tendencia la vestimenta vintage, vulgo segunda mano, tiendas que proliferan en los barrios más cool. Heredar o comprar ropa usada ya no es de tiesos o de menesterosos. Incluso algunas muy notables firmas que convirtieron la arruga (de lino) en el último grito en los felices ochenta, hacen campaña para rescatar antiguas prendas que han envejecido con dignidad, como les pasa a muchas personas. Hay chaquetas que fueron imprescindibles para el buen vestir, como algunos o algunas que en su día resultaron tan importantes en la Cosa Pública. A veces las aireas y lucen con la solidez de lo bien hecho y otras, ay, sin embargo, destilan un insoportable olor a naftalina, incómodamente fuera de lugar. No por ser de ayer los ropajes, las comidas o las personas públicas resultan inservibles sino al contrario, pueden dar con la cuadratura del círculo y lo que lució como un magnífico pavo en pepitoria renacer como unos canelones aromatizados con nuez moscada y unas trufas. Precisamente cuando no esconden su condición de reestreno, de segunda versión, otro plano, otro tiempo, otra actitud.

Cierto es que algunos ingredientes tienen una sola toma, no todos los alimentos permiten la revisita, qué triste la otrora luminosa lechuga el día después, pongo de ejemplo. Tal como no todos son capaces de trascender su generación para, sin renunciar a quien se ha ido, no desistir de ser del tiempo en que se sigue vivo. Cualquier tiempo pasado fue solamente anterior. Lo que reivindicamos anteayer tal vez hoy resulte ya asumido, el meneo que le dimos a las ideas quizás haya parido otras que tienen otros copyright, pero que no impiden que las hagamos nuestras. Buena parte de la polémica con la ley trans reside, en algún notable caso, en un choque de mentalidades y en cierto sentido de patrimonio de quienes, merecidamente, se consideraron pioneras de la lucha por la igualdad. Y ahí se quedaron. Si el adanismo es un despilfarro, porque ignora lo heredado, anclarse en la propia experiencia y negar que hay nuevas maneras de ver y sentir las mismas luchas, es el mismo derroche. Quien un día fue un filete estupendo hoy puede ser paté. Antes que terminar en un contenedor.

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