QUIZÁ la frase del siglo sea la que pronunció hace un año el patrón de Mercadona, ejemplo de prosperidad por muy mal que soplen los vientos. Dijo Juan Roig que lo único bueno que tendría 2011 es que sería mejor que 2012. Eso lo dice otro y lo corren a gorrazos por agorero, pero salió de boca de un valenciano que le está enseñando la matrícula al resto de su numerosísima competencia y bien que debería haberse esculpido en mármol. Desde la autoridad que supone crear veinte empleos diarios, Roig duda del subsidio de desempleo sin que nadie ose contradecirle y, mucho menos, montarle el pollo que le montaron al inoportuno hijo de la Duquesa. Abunda y dice que los responsables de la crisis somos todos por igual, lo mismo trabajadores que empresarios, y le pega el pase de la firma afirmando que si no sube la productividad baja el nivel de vida. Se explica la expansión de su empresa.