La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El desgarro de la muerte en el Parlamento de Andalucía
La ventana
RESULTA menos complicado dar con un pleno al quince que con el nombre del pregonero de la Semana Santa. Ni siquiera cuando fueron elegidos nombres consagrados que no vienen al caso citar se desveló antes de tiempo. Es el secreto mejor guardado por Palacio y San Gregorio y ojalá algunas cuestiones de muchísima más importancia fuesen tan bien reservadas como esto de la designación del agraciado con el deseado atril del Maestranza el Domingo de Pasión. Nadie tenía el nombre de Francisco Javier Segura en su quiniela y cuando a media tarde se hizo público, fue común denominador lo de ¿Francisco Javier qué? Y es que aunque a su corta edad ha dado más pregones que Paco Montero Galvache y Antonio Bustos juntos, era hasta ayer un perfecto desconocido en la corte de Adolfo Arenas, léase ese engrosado estamento sevillano que forman los iniciados en fías, porfías y cuestiones de cofradías.
También te puede interesar
Lo último