La surrealista situación de Vadillo (II)

SIGUE clamando Pepe Mel por un plus de velocidad para su Betis y sigue el Betis orillando al futbolista más veloz de su plantilla. Es ésta la segunda vez que expreso mi sorpresa por la situación de Vadillo y lo hago aun en la creencia de que continúo predicando en la aridez del desierto. Inexplicable situación, sobre todo, por las carencias del equipo que tan bien hace el técnico en recordar cada vez que se le presenta la ocasión.

Al puertorrealeño le queda un año de contrato y no quiere renovar. Así las cosas, mejor sería no tirar el dinero a la basura y aprovechar que el futbolista necesita revalorizarse. No está el Betis para gestos como éste de pagarle a un futbolista sin utilizarlo, sobre todo cuando posee esa característica tan fundamental como es la que a diario reclama Mel. Sin velocidad, este fútbol de hoy está condenado al fracaso y si tienes a un rapidito, ¿por qué no probar a ver qué pasa?

Se argumenta este apartheid con la tesis de que fueron muchas las oportunidades que el chaval desaprovechó y así, a botepronto, no acabo de ver dónde estuvieron esas oportunidades. Apareció muy niño en el primer equipo dando la sensación de que poseía el duro hasta que una infausta tarde de lujo en el Bernabéu un empujoncito de Sergio Ramos lo desequilibraba y se destrozaba una rodilla. Sufrida recuperación para romperse la otra en un bolo veraniego.

Otra vez al duro tormento que supone rehabilitar una rodilla y cuando parece recuperado disfruta de algunos minutos de basura. Y en esos minutos en que se quiere hacer muchas cosas en poquísimo tiempo, la cabeza iba por un lado y el fútbol por otro. Así han sido las cosas para un futbolista que pasó de promesa deslumbrante a ser apartado con sólo veinte años. Y a todo esto, el entrenador clamando a los cuatro vientos por un plus de velocidad. No lo entiendo.