La ventana

Luis Carlos Peris

lcperis@diariodesevilla.es

Y al teléfono, duros a 4 pesetas

Desde luego, la incursión más molesta que recibimos a favor de querencia, léase en el domicilio propio, viene por vía telefónica y, mayormente, con acento sudamericano. Habitualmente es la hora de comer la más frecuentada por esos salteadores que te hablan de tú y que te ofrecen duros a cuatro pesetas con la última oferta del operador de turno. Son insistentes y sin tener en cuenta que la sopa se puede enfriar, hablan y hablan por mucho que protestes diciéndoles que estás conforme con lo que ya tienes. Es el pan nuestro de cada día lo de la tabarra para la cosa de esas tarifas planas tan difíciles de creer. Hablan y hablan, y no dejan de hablar, tanto que ya se ha instaurado lo de ni siquiera contestar para emplear esa falta de educación que es colgarle el teléfono a alguien. Pero es que no falla, la comida recién puesta en la mesa y el teléfono que te ofrece duros a cuatro pesetas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios