La coincidencia de la Feria con el arranque de la campaña de las elecciones municipales ha hecho que muy pocos sevillanos le hayamos prestado la atención que se merece si tenemos en cuenta que está en juego el Gobierno de nuestra ciudad. Del Ayuntamiento no dependen las grandes cuestiones políticas, económicas o estratégicas, pero sí lo hacen muchos asuntos que son vitales para nuestra vida cotidiana y bienestar en general. El Gobierno municipal que elijamos el próximo día 26 de mayo será fundamental en cuestiones como la ampliación del Metro, la ordenación de los nuevos dispositivos de movilidad, la limpieza de las calles, el urbanismo, el modelo turístico, la conservación del patrimonio histórico, la gestión y ampliación de las zonas verdes y un largo etcétera. De todas las elecciones que se celebran, son las municipales las más cercanas al ciudadano y en las que éste tiene más elementos de juicio para forjarse una opinión. Sencillamente porque se trata de asuntos que le son cotidianos y que experimenta todos los días al ir al trabajo, al pasear con la familia, al hacer deporte, al ir al teatro... Estos días no se trata de dirimir si España es de derechas o de izquierdas o de si se debe reformar o no la Constitución, sino de evaluar cómo está la ciudad y cómo se puede mejorar. Es el momento de hablar de Sevilla para elegir al alcalde que mejor pueda gestionar sus muchos y complejos asuntos.

La encuesta del CIS vaticina que el actual alcalde, el socialista Juan Espadas, ganaría las elecciones por un amplio margen. Esto, unido a la saturación de política que viven los ciudadanos, podrían desincentivar el debate durante la actual campaña. Sería un error. Sevilla se merece que estos días lo dediquemos a reflexionar sobre su futuro y que nuestro voto no responda a automatismos ideológicos. Nos jugamos el modelo de ciudad para los próximos cuatro años.