Buscando alianzas contra la incertidumbre industrial
Un programa con fondos europeos pretende favorecer la colaboración entre grandes, medianas y pequeñas empresas para hacerlas más fuertes.
Palabras como innovación, sinergias, colaboración empresarial o emprendimiento son frecuentes en el alcalde de Alcalá de Guadaíra, Antonio Gutiérrez Limones, incluso ahora cuando encara una grave crisis en el polo industrial alcalareño. A la vez que reclama a la Administración central, a la andaluza y a Europa un plan de reindustrialización que haga que las fábricas no echen el cierre a las primeras de cambio -nada podrá absorber todo el empleo que destruya, reconoce-, en Alcalá se intentan poner semillas para un futuro empresarial distinto. El reto no es pequeño y la nueva herramienta es un proyecto financiado con fondos europeos que se llama Alcalá+i, que acaba de arrancar y tiene prácticamente dos años por delante.
"Estamos en un país de micropymes, el 95% de los empresarios son un hombre orquesta, que hace de todo, eso impide que haya capacidad para organizar un proceso de exportación, por ejemplo; a ello se une la dificultad de acceder al crédito, sobre todo de esos más pequeños", explica Limones, para añadir después que la "metodología" de ese proyecto en el que están enfrascados se basa en potenciar la "colaboración entre pequeñas, grandes y medianas empresas, que estén cerca, que se conozcan, que se interrelacionen". "Si una grande sale a exportar, por qué no va la pequeña con ella, hay que intentar que si necesitan transporte, envases o cualquier servicio lo encuentren a mano en el entorno", explica el regidor.
El punto de referencia de esa apuesta es el centro de incubación de empresas que se estrenó en 2002, en el polígono Alcalá-10, junto la A-92. Tiene 15 módulos de oficinas y cinco naves por las que han pasado muchos emprendedores, con alquileres a precios módicos. A esa incubadora se le va a dar gracias a Alcalá+i una importante vuelta de tuerca para convertirla en un "acelerador de empresas" que dé a los emprendedores otros servicios y herramientas, como los centros de este tipo que hay en Barcelona, Mataró, Madrid o Navarra y que haga las veces de punto de encuentro.
Con una inversión cercana al millón de euros, la reforma arranca en junio y finalizará en febrero. Se van a reestructurar los espacios, para comunicar naves y oficinas con nuevos espacios en los que los emprendedores puedan coincidir, formal e informalmente -con algo tan simple como una cafetería, que ahora no existe- y que de esa interacción salgan nuevas ideas o proyectos o promocionen su trabajo. También se va a hacer una importante apuesta tecnológica y de eficiencia energética y se va a ampliar el espacio disponible para acoger hasta 30 empresas.
Será lo más visible -no lo más importante- del programa Alcalá+i, que se ha puesto en marcha a través de la agencia municipal Innovar. Está dotado con 4,3 millones de euros de los que el 80% proceden del plan operativo Feder para la pequeña y mediana empresa, del fondo tecnológico, a través del Ministerio de Economía y Competitividad.
Según Antonio Vega, jefe de servicio de desarrollo local y empleo, se ha hecho estudio previo sobre los sectores que son más interesantes para el municipio, por su idiosincrasia (ubicación, empresas que ya alberga) o por su potencial. En ellos se centran los esfuerzos ahora. Son el logístico, el medioambiental, el de la gestión de residuos o el reciclaje, que ya tienen peso en la zona y potencial, y los relacionados con las nuevas tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) o el diseño.
Con ese criterio, Alcalá-i pretende impulsar la creación de unas 30 empresas, seleccionando las ideas que les llegan en sus oficinas o en los foros que organizan. Ya se está trabajando con algunas. Pero también pretende mejorar y ayudar a que crezcan otras 230 pymes que ya funcionan, a través de acciones especificas. Y pretende conocer más en profundidad las necesidades de otras grandes empresas, para buscarles soluciones en su propio entorno.
Un ejemplo: durante el trabajo previo para arrancar el programa se contactó con una de las grandes empresas que operan Alcalá, pero se surte de embalajes de Barcelona, cuando hay cinco pequeñas en su entorno que podrían servirle y que no se conocían entre sí. Gracias a Alcalá+i se va a crear para estos casos una plataforma tecnológica, una web, que dé servicio a todas ellas, que sirva a las grandes para publicar lotes de compras y se pueda pujar por ellos. La web podría estar funcionando después del verano, dentro de la línea de "cooperación empresarial".
Alcalá+i tiene además varios programas de consultoría para las empresas. En uno de ellos se ayuda a identificar los retos y las oportunidades de cada una y a diseñar una estrategia concreta para "acelerarlos", con sesiones en grupo e individuales. Por ejemplo, si quiere exportar, se le asesora desde el punto de vista organizativo para lograrlo más rápidamente. También se analizan los modelos de negocio, uno de los errores frecuentes en los emprendedores.
Vega cita el caso de un proyecto de juguetes educativos, en el que las emprendedoras pretendían montar una tienda en Alcalá y se determinó que debiera ser lo último. Su producto iba a tener mejor salida en una web o buscando puntos de venta ajenos.
Alcalá+i también tiene una línea de asesoramiento en temas de patentes, con la que ya está ayudando a una de las empresas de su incubadora, que ha desarrollado un escáner para poder fabricar embalajes de protección para material de alta precisión (militar y aeronáutico), sin necesidad de desplazamientos y reduciendo costes.
Los grandes sectores con histórica implantación en el municipio también se han tenido en cuenta. Así, hay un programa de mejora competitiva para el sector del metal mecánico y otro específico para el sector alimentario y panadero. Para cada una de estas líneas de trabajo se contratan a consultoras especializadas.
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