Desde 'spin-off' universitarias hasta ex trabajadores de Roca

Empresas de variada composición, origen y actividad participan en este proyecto

Rafael Albarrán, que a sus 47 años ha optado por emprender.
Rafael Albarrán, que a sus 47 años ha optado por emprender.
T. Perdiguero

02 de marzo 2014 - 05:01

Lejos de los grandes anuncios en prensa (una multinacional, que invierte cientos de millones, que crea cientos de empleo no suele dejar pasar la oportunidad) la mayoría de los proyectos a los que se pretende arropar desde la incubadura de Alcalá y, ahora más específicamente, con el proyecto de Alcalá+i, han surgido de forma silenciosa. Son fruto de una investigación científica, de una idea que surgió en otra empresa, pero que no encontró hueco en la misma para crecer o del empeño de muchos profesionales que, en su plenitud, buscan una salida laboral. Unirlas, interrelacionarlas de alguna forma, para que se enriquezcan y se impulsen entre sí es el objetivo.

Una de las empresas que participan en el programa Alcalá+i es ResBioAgro S.L. Se trata de un proyecto basado en el conocimiento generado por investigadores de varios grupos de la Universidad de Sevilla, promotores de la empresa, de la facultades de Biología, Farmacia y Química, que ha trasladado el laboratorio con el que arrancó en 2009 en la incubadora de la Hispalense a una nave del complejo Ideal, adaptada para su acogimiento.

Mohammed Dary, su director general, explica que, después de informarse y ver varios emplazamientos, optó por éste por el potencial del enclave de Alcalá (las vías de comunicación, la ubicación, sinergias empresariales). Las facilidades añadidas de Alcalá+i, entre ellas, el refuerzo de las habilidades empresariales de unos emprendedores con un bagaje sobre todo científico, también ayudaron. La empresa, en la que trabajan entre siete y diez trabajadores, se dedica al desarrollo de productos biológicos a base de bacterias y moléculas derivadas para la agricultura, que mejoran la productividad de las cosechas y protegen de las enfermedades. La compañía comercializa varios productos y tiene su principal mercado en Brasil, donde se aplican en cultivos de grandes extensiones.

Sobre la importancia que puede tener este tipo de acciones de apoyo a los emprendedores y a empresas de innovación e investigación de cara al futuro de Alcalá, Dary dice que le falta perspectiva, pero está convencido de que el "sistema productivo" está agotado o casi y que si las empresas no incorporan la investigación, el desarrollo y la innovación tendrán dificultades para salir adelante. "La competencia es dura", apostilla.

Un alto componente tecnológico tiene también Torrman, que ocupa otra de las naves de la incubadora y que de Alcalá+i está recibiendo, sobre todo, asesoramiento para patentar un escáner único en el mundo que le permitirá escanear piezas y objetos allí donde se encuentren y poder fabricar la espuma protectora para herramientas o materiales de alta precisión sin necesidad de enviar o transportar las piezas, con el consecuente ahorro de costes y tiempo.

Junto con el escáner han desarrollado un software de diseño CAD que permite el envío de los datos escaneados de forma telemática a través de internet. La empresa trabaja para la industria aeronáutica y la militar. Son proveedores estratégicos de Airbus y, entre otros proyectos, fabrican sus espumas protectoras para el transporte de las piezas del A400M. El material que fabrican debe garantizar que nada le pase al contenido, incluso cuando sea tirado desde un helicóptero, dice su responsable, Francisco José Torrado, un joven emprendedor que desarrolló este proyecto surgido en otra empresa familiar, de suministros industriales, más comercial. Se separó para crear Torrman, centrada en la ingeniería, el diseño, el desarrollo y la fabricación.

En Torrman trabajan ocho personas. Al margen del asesoramiento para patentar su producto (otra cosa son los costes, que tendrá que asumir), destaca que como emprendedor le vendría bien que le ayudaran a estar presentes en las ferias industriales del sector tanto en España como en el resto de Europa.

Pero el futuro "acelerador de empresas" de Alcalá de Guadaíra y Alcalá+i tienen sitio también para otro tipo de proyectos. Como el que van a poner en marcha un grupo de trabajadores despedidos de Roca, una de las multinacionales que han echado el cierre de forma traumática en los últimos años. Como salida laboral han constituido una empresa de mantenimiento de instalaciones industriales. Desde el 1 de marzo están dados oficialmente de alta en su nuevo proyecto.

También ha encontrado un hueco en una de las oficinas del complejo Ideal, Rafael Albarrán, que durante 20 años y hasta diciembre de 2013 ha sido director general de una empresa de alquiler de grúas, que se vino abajo con la construcción. A sus 47 años cumple con el perfil de los emprendedores que normalmente obtienen éxito. Lejos de la imagen de una persona muy joven y con poca experiencia, los que dan el paso firme suelen ser personas que conocen el sector o el mercado y que tienen un importante recorrido profesional.

En su caso, y consciente de que no tendría muchas opciones buscando empleo por cuenta ajena, se ha asociado en régimen de franquicia con una empresa valenciana para desarrollar en Sevilla QKSur-biogestión, un proyecto empresarial relacionado con el control de plagas, que está arrancando con cuatro personas. Es de Alcalá de Guadaíra, pero dice que antes de optar por la incubadora se pateó Sevilla buscando locales. Echa en falta más plasmación de las ayudas a emprendedores que publicitan en folletos algunas instituciones, como la agencia Idea.

Junto a la pequeña oficina que ocupa desde hace mes y medio tiene la suya César Oliveros, que a sus 44 años y tras perder su empleo como director de proyectos de telecomunicaciones, optó por crear MarketMovil, una empresa especializada en diseño de web, tiendas online y aplicaciones para negocios, especialmente orientadas a tablet o móviles. "Vi que había un nicho de mercado, también es mi afición", dice, y se muestra satisfecho con las instalaciones y las conferencias o jornadas de networking en las que ha podido participar. El complejo también acoge a empresas que diseñan y desarrolla campos de golf o teatros. Un gran abanico de posibilidades que se pretende ampliar.

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