–Usted formó parte del escaso grupo que, en Sevilla, apoyó a Pedro Sánchez desde el principio. Su presencia en la Diputación, como vicepresidente, se interpretó en clave de relevo.

–Cuando se produjo el proceso de primarias en el PSOE federal se inició un ciclo, un cambio de liderazgo, equipo y planteamientos. En poco tiempo, el PSOE ha pasado de estar con la espada de Damocles de ser irrelevante políticamente a gobernar. Se ha consolidado un proyecto, que internamente nadie cuestiona y es lógico que tenga traslado a otros niveles. Cuando llegó la configuración de la Diputación es normal que se plantearan opciones distintas a las oficiales. Pero hubo buen entendimiento. El grupo de la Diputación es plural y no existe ningún problema ni vigente ni latente. El presidente tiene un buen equipo y yo estoy en la tarea de ayudarle en el proyecto que marcó en su investidura.

–¿No hay debate sobre el relevo?

–No. Los plazos están establecidos. Primero toca congreso federal y después, regionales y provinciales. Estoy en contribuir a que el PSOE afronte esos procesos en las mejores de las condiciones, para que cada uno pueda plantear sus propuestas de proyectos y liderazgos.

–¿Cómo valora la situación del PSOE-A y que Susana Díaz se plantee seguir?, ¿falta autocrítica, como dicen los miembros de la ejecutiva de Sevilla dimitidos?

–El PSOE ganó las elecciones en Andalucía, pero no pudo formar gobierno y aquí eso tiene un significado especial. Ahora bien, Susana Díaz tiene todo el derecho a querer continuar en la Secretaría del PSOE-A. Me remito a lo de antes: el partido tiene sus normas y procesos. Estoy seguro, por lo que veo, que habrá más opciones y se resolverán por los procesos establecidos, principalmente con las primarias. Nadie en el PSOE las cuestiona tras los buenos resultados que supusieron las primeras en unas condiciones muy duras.

–Están saliendo nombres, ¿cuál es su apuesta?

–No tengo ninguna, porque no hay candidato. Evidentemente, el PSOE-A debe estudiar bien la situación, las causas por las que se perdió el gobierno, qué estrategia de oposición debe hacer para visibilizar los ataques del Gobierno andaluz del PP, Cs y Vox al sistema de servicios públicos, rompiendo consensos... Tiene que haber una estrategia fuerte contra eso y aprovechar la referencia a nivel nacional del Gobierno de Sánchez, que demostrará que se puede gobernar de otra manera, recuperando los derechos perdidos durante la crisis y potenciándolos. Pero hay que hacerlo con seriedad, sin generar rupturas previas, cuando llegue el momento. España necesita institucionalidad, estabilidad y acción de gobierno sensato y es responsabilidad de todos.

–Es alcalde desde 2007, reelegido con casi un 60% de apoyos. ¿Culminará el mandato o tiene ganas de abrir otra etapa?

–Estoy trabajando con toda la ilusión volcado al 100% con proyectos de mandato con los que Las Cabezas puede dar un salto cualitativo (el Bicentenario, el tercer carril y el enlace del Fantasma, el desdoble de la A-471...) y no se puede hacer pensando que la semana que viene estaré en otro sitio. Ahora bien, cuando lleguen los procesos congresuales, por su puesto, como cualquier persona que lleva tiempo en la alcaldía, estoy dispuesto y preparado para poder ayudar en otras tareas.