Alavés-Betis | La crónica

El Betis acelera hacia sus ambiciosos retos

  • Otra desbocada carrera plagada de atacantes, tras un córner en contra en el minuto 89, premia la fe verdiblanca con un triunfo de oro en Vitoria

  • Rui Silva inició la contra, resuelta con una acción de Fekir, Joaquín y Borja

El Betis celebra el decisivo gol de Borja Iglesias en Mendizorroza.

El Betis celebra el decisivo gol de Borja Iglesias en Mendizorroza. / David Aguilar (Efe)

Otra vez ganó el Betis vestido de mostaza con un gol cuando ya no había casi tiempo para más, como en Granada. Otra vez aprovecharon los verdiblancos las debilidades y los nervios de un rival roto por sus urgencias y que acabó destapándose. El gol de Borja Iglesias en el minuto 89 premia la fe de los verdiblancos, un bloque que bajo la mano arrugada pero firme de Manuel Pellegrini no deja de confiar jamás en que la victoria llegará. Y lo hizo en otra carrera briosa, vertical y poblada de atacantes, como es habitual con el preparador chileno en la banda.

Estaba el partido patas arriba, con los centrocampistas sin apenas oxígeno y demasiada ida y vuelta. Y bajo estos decorados, suele matar quien más balas tiene en el tambor del revólver: por algo salieron desde el banquillo Joaquín y Borja Iglesias, para decidir.

El Alavés, con sólo tres puntos, quiso ir más allá ante las debilidades béticas en el retorno de Guardado, Carvalho, Bellerín o Álex Moreno y lo que se encontró, en el minuto 89, engolosinado con el balón parado, fue una contra mortal. Rui Silva salió con decisión por fin, blocó y lanzó a Carvalho. Muchos béticos salieron como purasangres de los cajones y de repente, la ocasión de gol era palmaria. Se frenó la jugada esta vez en su avance, pero el Alavés no se pudo ordenar en el repliegue y la conexión en la derecha entre Fekir, el desmarque de Joaquín a la línea de fondo y el gran movimiento de Borja Iglesias ante su marcador, burlándolo para recibir unos metros atrás el pase de la muerte del portuense, hizo el resto. El gol estaba hecho. Sólo había que empujar el manso balón a la red y llevarse los tres puntos en el avión de vuelta a Sevilla para que elBetis durmiera octavo, con 15 puntos, y a sólo dos de los puestos europeos. Bien colocado tras otra carrera hacia sus retos.

Está el Betis hoy con sus expectativas alimentadas pese a que aún no se reencuentra Sergio Canales. El alma del equipo retornaba al equipo inicial para intentar darle aún más vuelo a ese fútbol imaginativo, vistoso y además agudo que ha destilado el equipo hasta su mala tarde de Villarreal. Pero a la hora larga de partido, se fue al banquillo enojado tras marrar dos ocasiones seguidas, sobre todo la segunda, de las que no falla. Idóneas para una zurda de oro como la suya.

Canales pobló la zona de tres cuartos desde la siniestra invitado también por la superioridad de Álex Moreno sobre el escurrido, que no escurridizo, Pellistri, que fue más perseguidor que perseguido. Y por la derecha, un tanto de lo mismo: Bellerín fue más extremo que lateral y Rodri acudió a los pasillos interiores, por momentos intransitables.

Javier Calleja, entrenador de los vitorianos, cerró su 4-4-2 por dentro para evitar que Fekir, Canales o el mismo Carvalho –el repliegue del Alavés invitó también al portugués a dar el paso– conectaran con William José.

La clave estaba en una salida rápida cuando los vascos se destaparan algo o en alguna jugada por fuera bien resuelta: Rodri, que apenas pululaba por la banda derecha, apareció en el costado contrario del área y soltó un zurdazo al ángulo donde estaba Pacheco, que lo repelió (18’) y la mejor ocasión de la primera parte llegó en una acción entre Canales y Álex Moreno que acabó con un pase raso del lateral a Fekir, quien soltó un latigazo fortísimo que el guardameta rechazó como pudo (25’).

El plan bético cuajaba. El Alavés se defendía quitándose el balón como si de un pesado moscardón se tratara. Tan superior se veían los que vestían esta vez de mostaza y verde, que se convencieron de que el gol llegaría por pura inercia, que era cuestión de tiempo. Y le faltó un punto de decisión y mala uva para buscarlo de verdad.

De hecho, el Alavés acabó mejor la primera parte. En el minuto 39, Pellistri malogró con su izquierda una gran ocasión al fallar en el despeje Álex Moreno, lo que volvió a hacer Bartra un minuto después sin consecuencias.

Tras el descanso, Fekir apareció más. Tuvo una ocasión que se le marchó por poco en el minuto 54 y trece después, otra rosca de las suyas no se cerró lo bastante.

El partido ya se había puesto patas arriba, el Alavés se lo creyó, y más con un cabezazo de Miguel de la Fuente al larguero (60’), pero este Betis suele salir victorioso al final porque salen del banquillo jugadores realmente buenos (Joaquín, Borja, Tello esta vez) y porque Pellegrini los hace ganadores. A ver cuánto.

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