El final de temporada del Betis está siendo más duro de lo esperado para los dirigentes. Los mismos que lanzaron vaticinios optimistas durante el confinamiento, convencidos de que el equipo ascendería en la tabla e incluso pelearía por entrar en Europa, están viendo cómo el equipo verdiblanco es uno de los peores desde la reanudación. El anuncio de la contratación de Manuel Pellegrini, a la espera de Antonio Cordón como director deportivo, se acoge dentro de esa huida hacia delante pergeñada por Ángel Haro y José Miguel López Catalán, que vuelven a virar de proyecto sin la necesaria reflexión.

Cuatro directores deportivos –Eduardo Maciá, Miguel Torrecilla, Lorenzo Serra Ferrer y el propio López Catalán asumiendo esa función– y ocho cambios de entrenador –Pepe Mel, Juan Merino, Gustavo Poyet, Víctor Sánchez del Amo, Alexis Trujillo, Quique Setién, Rubi y de nuevo Alexis– en los cinco últimos años muestran que algo no funciona en el Betis.

Los dirigentes, y el propio Pellegrini el pasado lunes asumiendo el mensaje de la entidad, siguen convencidos de que la actual plantilla puede ofrecer réditos mayores, pero la sensación que se transmite sobre el terreno de juego es la de un equipo que ya no cree en el mensaje que se envía desde instancias superiores. La espantada de jugadores como Feddal –con pie y medio en el Sporting Clube–, Álex Moreno, Mandi o Juanmi, que se perderán el último partido de Liga por tarjetas evitables que recibieron ante el Alavés, se enmarca dentro de ese desgobierno en el que se maneja la entidad en el tema deportivo y que se ha acentuado en este peculiar final de campaña.

El Betis es hasta el momento el cuarto peor equipo de la Liga tras la reanudación y ni el cambio de entrenador ha surtido efecto. Con Alexis al mando, que al menos ganó la final que se encontró en su primer partido, los heliopolitanos han sumado siete puntos en siete encuentros, una media incluso inferior a la que llevaba el denostado Rubi.

Las imágenes del Betis-Alavés

Con sólo ocho unidades en las diez jornadas disputadas desde la reanudación, únicamente Mallorca (7), Alavés (7) y Espanyol (4) han sumando menos puntos que el Betis, que acudirá mañana a Valladolid con la pretensión de ganar para finalizar el campeonato en el decimotercer lugar, siempre y cuando el Eibar no gane en Villarreal. En caso de derrota, los verdiblancos descenderían al menos una posición hasta la decimoquinta, aunque podría ser una más si el Alavés superase al Barcelona.

Con este panorama, los dirigentes béticos llevan semanas metidos de lleno en la planificación del próximo año, aunque las dificultades económicas provocan que estén pendientes de los movimientos del mercado. El propio Haro reconoció el pasado lunes que se necesitan plusvalías para acudir a la búsqueda de jugadores de un perfil alto e incluso Alexis admitió que el club maneja la posibilidad de negociar otra reducción de salarios para cumplir con los límites marcados por LaLiga.

La venta de alguno de los futbolistas mejor valorados de la plantilla, aun con la depreciación sufrida esta campaña, se antoja indispensable, después de que este epílogo de la temporada haya enseñado más carencias de las reconocidas inicialmente.