Crónica surrealista, un Betis mejor que el Sevilla, empate a uno (1-1)

El derbi sevillano | La crónica

Los béticos mandaron desde el principio a través de no dejar a los sevillistas tocar el balón como les gusta

Papu Gómez adelantó a los visitantes con un excelente golpeo con el interior y Fekir le respondió con un espectacular córner directo para dejar las tablas

Las imágenes del Betis-Sevilla
Édgar golpea de chilena en la acción posterior al cabezazo al palo de Pezzella. / Antonio Pizarro

Ésta es una crónica surrealista de un partido de fútbol, de un maravilloso derbi sevillano que estaba siendo un buen litigio en lo referente al juego. Había tenido dos golazos, primero del Papu Gómez para el Sevilla y apenas cuatro minutos después de Fekir de un córner directo para el Betis. Uno a uno en el minuto 39 y entonces, zas, todo se trunca por culpa de un vándalo que lanza el palo de una bandera, "de pvc y de medio metro", según recogía el tercer actor de esta película, el vasco De Burgos Bengoetxea en el acta que reflejaba oficialmente todos los acontecimientos acaecidos.

Pero eso ya pertenece a otras crónicas laterales, en este espacio se trata de centrar el análisis en el juego puro y duro, si es que esto es posible, claro. Para empezar, una primera referencia a las alineaciones de unos y otros. Manuel Pellegrini podía contar con un once muy próximo a su equipo de gala, pues sólo se registraban las ausencias de Bartra y de Willian José entre el núcleo duro de los más titulares. Eran sustituidos por Pezzella, como central derecho, y por Borja Iglesias, como delantero centro.

No sucedía lo mismo con Julen Lopetegui, que, como era ya previsible, no podía contar con una ristra de futbolistas importantes, por lesión, por la Copa África y por otras circunstancias. Lamela, Suso, Jesús Navas y Delaney ya eran conocidos, también Bono, En-Nesyri y Munir, pero a ellos se sumaban Dmitrovic y Fernando, a quienes se relacionaban con el Covid, aunque por supuesto sin ninguna confirmación oficial por parte del club. Sí estaba Acuña finalmente, aunque no podía ser titular, y, por último, se caía del equipo inicial durante el calentamiento el francés Koundé, teóricamente por el problema derivado por el costalazo que sufrió la semana pasada contra el Getafe. Diez ausencias, por tanto.

A partir de ahí el balón echaba a rodar y el primer aspecto que llamaba la atención es que el Betis no permitía que el Sevilla pudiera mover el balón de un lado a otro, como suele ser habitual en el credo futbolístico de Lopetegui. Era un cambio en el estilo clarísimo para que nada tuviera que ver con lo que había pasado en el derbi de la Liga del pasado 7 de noviembre. Ése era el deseo de Pellegrini de partido y a ello también contribuía el hecho de que el Sevilla no tuviera a ninguno de sus anclas en el eje del campo y tampoco a Koundé, fundamental a la hora de sacar el balón desde atrás.

Pero esto ya era un problema del Sevilla, no del Betis, que planteaba el juego como más le convenía. A través de ese método llegaría la primera gran ocasión de los verdiblancos bastante pronto, concretamente en el minuto 9, cuando un cabezazo de Pezzella en un saque de esquina lanzado por Fekir se estrellaba en el poste de la portería forastera. Después Gudelj iba a salvar con su cabeza la chilena posterior de Édgar, que iba camino de convertirse en el uno a cero.

Todo continuaba con un claro dominio por parte del Betis, aunque tampoco se plasmaba en situaciones claras, más allá de un disparo lejano de Guido Rodríguez en el minuto 20 que repelía Alfonso y no acertaba a rematar Borja Iglesias con acierto con posterioridad.

Después llegó un gol anulado por claro fuera de juego de Borja Iglesias y a partir de ahí sí vendría el fuego real. Una jugada aislada del Sevilla por la derecha parecía que acababa en una pérdida de Óliver Torres ante Álex Moreno, pero el extremeño consiguió hacerse de nuevo con el esférico para mandar el balón atrás. Papu Gómez conectaba un golpeo extraordinario con el interior del pie desde el borde del área y Rui Silva no llegaba a un remate que se le puso imposible.

El fútbol es así de extraño, el Sevilla se había puesto por delante poco después de la media hora y los suyos debían pellizcarse para creerse que así era. El Betis no bajó el pistón y ya estuvo a punto de llegar de nuevo al área a través de Canales. Sin embargo, Gudelj se anticipó para mandar la pelota al córner. Lo sacó Fekir muy cerrado, como correspondía a su pierna izquierda, y el balón cogió una rosca impresionante para sorprender a un Alfonso que estaba mal colocado para esa situación.

Por mucha colaboración que tuviera del guardameta, golazo del Betis para igualarlo todo y después, pues ya se sabe lo que pasó. Un palo de medio metro vuela desde la grada del Gol Sur, golpeaba en la cabeza de Joan Jordán y ya nada fue igual. Se acabó el fútbol, comenzó la vergüenza, pero éste es el corto relato de una crónica surrealista. Se le tenía que dar paso al fútbol y todo acabó de una manera espantosa. En fin...

Ficha técnica

1 Real Betis: Rui Silva; Bellerín, Pezzella, Édgar, Álex Moreno; Guido Rodríguez, William Carvalho; Canales, Fekir, Juanmi; y Borja Iglesias.

1 Sevilla FC: Alfonso; Montiel, Gudelj, Diego Carlos, Rekik; Joan Jordán, Rakitic, Óliver Torres; Ocampos, Rafa Mir y Papu Gómez.

Goles: 0-1 (35') Papu Gómez. 1-1 (39') Fekir.

Árbitro: De Burgos Bengoetxea (vasco). Amonestó a Fekir (1') y Ocampos (23').

Incidencias: Partidos de los octavos de final de la Copa del Rey disputado en el Benito Villamarín con el máximo aforo permitido por el Covid. El partido se suspendió en el minuto 40 al golpear un palo de plástico lanzado desde el Gol Sur en la cabeza de Joan Jordán.

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