La abultada deuda del Eurobetis

Real Betis | El reportaje

Por plantilla, calado social y urgencias económicas, el club necesita dar ya el salto continental que otros dieron

El Villarreal, que quedó por debajo en las dos últimas Ligas, en Europa ganó unos 100 millones en ese periodo

El Eintracht celebra el gol que apea al Betis de la pasada Europa League.
El Eintracht celebra el gol que apea al Betis de la pasada Europa League. / Friedemann Vogel (Efe)

¿Es más hoy el Eintracht de Fráncfort que el Betis con un balón en los pies? ¿Lo es el Villarreal? No. Pues el primero hizo en mayo pasado lo que soñaban todos los béticos cuando arrancaba la pasada temporada, levantar la Europa League en el Sánchez-Pizjuán. Copa que ya había conquistado un año antes el club castellonense para inscribir su nombre en el palmarés europeo y, de paso, ingresar 33 milllones de euros en sus arcas.

Ni la plantilla del Betis es inferior a la del Eintracht, y de hecho los heliopolitanos cayeron en los octavos de final ante los germanos en el último minuto de la prórroga por un infortunado gol, ni los béticos deben sentirse inferiores a un Villarreal que ha quedado por debajo en las dos últimas Ligas.

Y, sin embargo, la regularidad del denominado submarino amarillo en sus apariciones europeas es uno de los pilares de su aliviada situación económica, mientras que el Betis trata a la desesperada de vender a algún jugador antes de que concluya el ejercicio económico 2021-22 este 30 de junio y así evitar otro año de pérdidas.

El coeficiente europeo no paga las nóminas. Pero ayuda: el Villarreal es el 18º del continente en este apartado tan revelador, que siempre engloba los puntos sumados por las participaciones europeas en las cinco últimas temporadas. Los villarrealenses lucen 78,000 puntos en su casillero al sumar en cuatro de las cinco campañas precedentes: 8,000 en la 17-18, 16,000 en la 18-19, cero en la 19-20, 30,000 en la 20-21 al ganar la Liga Europa, y 24,000 en la pasada Champions, en la que fue semifinalista.

Insuficiente

Tras dos cuartos de final en las Recopas del 77 y el 98, en el siglo XXI no pasó de octavos de UEFA tres veces

Y si el club de los Roig metió en su cuenta corriente 33 millones tras ganarle la final al Manchester United la final por penaltis, esta temporada recién acabada, en que soñó con la final de la Champions, los ingresos se disparan hasta los 67,6 millones sólo por su gran rendimiento deportivo, a los que debe añadir el reparto de los derechos económicos y de márketing.

Ese paso es el que puede y debe dar el Betis. Un club con 50.373 socios con derecho a asiento. Un club que metió a 41.652 espectadores de media la pasada Liga, el tercero que más en España. Un equipo que tiene a dos de los mejores jugadores de la Liga, Fekir y Canales.

Al Betis le urge ser regular en Europa, clasificarse por inercia. Llegar a las últimas rondas, sumar puntos para subir su coeficiente y saltar a los bombos de los mejores en los sorteos. Ingresar sumas de siete cifras con regularidad, temporada tras temporada, por sus aventuras europeas. Para ello, de momento, de la mano de Manuel Pellegrini ha roto con la tendencia de no poder repetir dos años en torneos continentales, lo que sólo hizo en la 97-98 y la 98-99.

Mediocridad

Su bajo coeficiente lo puede llevar al bombo 3 del sorteo en agosto, otra vez un hándicap de salida

Pero queda muchísimo. El Betis es hoy el 78º del ranking con sus magros 21,000 puntos. Sumó 10,000 en la temporada 2018-19, cuando cayó en dieciseisavos de la Liga Europa ante el Stade Rennais con Setién, y otros 11,000 en su última experiencia, que acabó en Fráncfort ante el luego campeón.

Los otros tres años que contabilizan los pasó en blanco. Por eso los béticos están por debajo en la tabla de coeficientes de equipos de perfil tan discreto como el Sheriff Tiraspol (72º con 22,500), Ludogorets (70º, 23,000) o Maccabi Tel-Aviv (66º, 24,500).

Lo más lejos que llegó el Betis en Europa fue a los cuartos de final de sus dos Recopas, la del 78 y la del 98. En este siglo, cayó en la fase de grupos de la Champions, esa misma campaña en octavos de la UEFA y dos veces más fue apeado en esa ronda, en 2014 y este año. Mediocre hoja de servicios.

¿Es el Betis hoy el 78º equipo de Europa por nivel deportivo? Ni por asomo. De hecho, en espera de que entren en el torneo los ocho equipos que este verano no puedan meterse en la fase de grupos, pocos equipos tienen más potencial deportivo que los verdiblancos ahora mismo para levantar la copa el 31 de mayo de 2023 en el Puskas Arena de Budapest. Ahí pueden figurar los ingleses Manchester United y Arsenal, la Roma y la Lazio. Pero ni siquiera ellos serían claros favoritos en un cruce directo con los de Pellegrini.

Pero los coeficientes de estos cuatro vuelan mucho más alto para la UEFA y, de momento, partirán con ventaja en el sorteo de la fase de grupos, que será el 26 de agosto próximo, ya que es seguro que van al bombo 1. Con vistas al mismo, el Betis tiene ahora mismo el noveno coeficiente, mientras que octava es la Real Sociedad con sus 26,000 puntos. Pero una vez se conozcan los 20 equipos que superen los play off del 18 y 25 de agosto y se integren con los doce ya clasificados directamente, es probable que los béticos vuelvan a caer al bombo 3, como la pasada campaña.

Para romper ese círculo vicioso no queda otra que cruzar una frontera que se le resiste y alcanzar una semifinal continental (Osasuna, por ejemplo, lo hizo en 2007) o, por qué no, una final. Si ya lo hizo el Mallorca en la extinta Recopa en el año 1999, el Alavés en la Copa de la UEFA de 2001, el Espanyol en 1988 y 2007 o el Athletic Club recientemente en 2012, por qué no lo va a hacer el Betis. Ahora tiene equipo para responder a esa enorme deuda histórica con su enorme clientela. Y un plan bien urdido por un ingeniero.

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