Betis-Ferencvaros | El informe técnico

Un cuarteto con las caretas de Fekir

  • Joaquín, Rober, Tello y Canales fueron intercambiando sus posiciones para ir ocupando los terrenos habituales del francés

  • La relajación defensiva, vista la superioridad, no fue a más

Canales, en plena acción en el partido ante el Ferencvaros.

Canales, en plena acción en el partido ante el Ferencvaros. / Antonio Pizarro

Ese gol postrero en Leverkusen del francés Diaby, uno de los responsables de que Fekir se haya alejado de las preferencias de Deschamps para configurar sus listas, dio toda la trascendencia a la victoria del Betis ante el Ferencvaros. No necesitó emplearse a tope el equipo de Manuel Pellegrini para despachar al limitado Ferencvaros.

El preparador chileno le dio confianza al joven Rober, que fue quien de salida cubrió, o trató, el enorme vacío que dejó el sancionado Fekir en el interlineado. Pero en el desarrollo del partido, hasta cuatro piezas verdiblancas se pusieron la careta de Fekir en algún momento: además de Rober, lo hicieron Joaquín, Tello y Canales.

La disposición de los húngaros facilitó ese trasiego constante unos metros más atrás de Borja Iglesias: los centroeuropeos dispusieron una replegada línea de cinco defensas, más tres medios cerrados y dos puntas, con lo que los flancos quedaron expeditos para que Bellerín y Miranda actuaran muy arriba e invitaran a los tres mediapuntas a maniobrar por zonas interiores. Pronto lo aprovechó Joaquín para servir a Bellerín un balón tan complicado como preciso, al estar la hierba muy mojada, que el lateral prolongó para asistir a Tello.

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Joaquín por dentro para lanzar, Tello por dentro para explotar su proverbial capacidad rematadora. Y todo de cara muy pronto, a los cinco minutos.

Defensa

Era un partido, de salida, en el que la propia relajación podía ser el delantero más peligroso del rival. Y así fue. Ese gol de Tello a los cinco minutos, en la primera aproximación delBetis a la portería del Ferencvaros y con una debilidad pasmosa en el corazón de la zaga magyar, obró como una inyección relajante en los pupilos de Manuel Pellegrini. Y la tarde de perros que se puso, con la lluvia calando, hizo el resto. De poco sirvió que la grada no dejara de animar. El partido se puso para fondo musical chill out. Y los húngaros se miraron entre ellos y empezaron a salir de la cueva. Le costó en la primera parte ajustar su repliegue al Betis. Guido no cogió su sitio con Canales más descolgado arriba y los centrales se quedaron a veces en tierra de nadie.

Tras el descanso se vio ya en los primeros compases que la defensa bética trató de apretar más, anticiparse. Y el 2-0 de Canales a los siete minutos de la reanudación le pusó aún más serenidad al sistema de contención bético: el Ferencvaros dimitió. La entrada de Guardado también dio más tensión colectiva.

Ataque

Rober trató de enganchar, se ofreció de espaldas, pero quienes marcaron la diferencia por su calidad en tres cuartos de campo fueron Joaquín, Tello y Canales. Apretaron lo justo y necesario. Si les hubiera hecho falta engordar el average general, hubieran metido una marcha más, o dos, pero no les hizo falta y el ataque fue una continua regulación de esfuerzos.

Virtudes

Los recursos cerca del área contraria deciden incluso al trantrán.

Talón de Aquiles

Esa relajación atrás del inicio.

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