Derbi habemus, el morbo está servido y si le faltaba algún perejil a este desatino de calendario, un Betis-Sevilla como propina envenenada para ambos. No creo que los responsables de ambos hayan acogido de buena gana un partido que suele quitarles el sueño en las vísperas. Un derbi y en una semana, a la vuelta de la esquina y cuando, por ejemplo, el Sevilla echa de menos a sus africanos, que son tres y dos muy importantes.

La verdad es que el sorteo de ayer en Las Rozas ha tenido la puntería de que en octavos van a caer bastantes pesos pesados. Campeones del torneo que se van a quedar fuera demasiado pronto gracias a ese sorteo puro que ha provocado un tsunami informativo. Con Valencia, Rayo y Cádiz como presuntos beneficiados, campeones de Copa como Barcelona, Athletic Club, Atlético de Madrid, Real Sociedad, Betis y Sevilla estará tentándose la ropa porque tres van a caer.

Paralelamente, al Real Madrid le toca el Elche con la única dificultad de que será en esa localidad alicantina donde se juegue las habichuelas. El Barça tendrá que pasar por las horcas caudinas que siempre es San Mamés, lo que en esta ocasión se acrecienta por el estado que atraviesa la tropa azulgrana. Anoeta albergará una eliminatoria apasionante con la visita de la troupe del Cholo, pero la eliminatoria estrella se va a jugar la próxima semana en Heliópolis, sin duda alguna.

Vamos a ver cómo salen Betis y Sevilla de los compromisos de este domingo. A la hora de comer acude el Betis a Vallecas para que a renglón seguido salte el Getafe a la yerba de Nervión. Ambos choques pueden dar un baremo más fidedigno de cómo llegan al derbi. Son unos octavos de final muy interesantes en su mayoría y apasionantes en parte de ellos. Sobre todo por ese derbi que llega cuando el calendario se hace insufrible y como aquello de por si éramos pocos parió abuela.