La operación que parecía más clara incluso antes del final de la Liga sigue sin cerrarse entrado ya el mes de agosto y a unas semanas del inicio de la pretemporada, en este complicado final de la campaña 2019-20 y lo que debe ser el inicio de la 2020-21, con fechas pero aún en el aire por los rebrotes de la pandemia en España que empieza ya a confinar de nuevo algunas localidades.

Feddal sigue siendo jugador del Betis, aunque el Sporting de Portugal continúa interesado en hacerse con los servicios del central marroquí. Primero fueron unos supuestos problemas en la revisión médica del futbolista los que empozoñaron el asunto y después la letra pequeña de un contrato en el que el conjunto verdiblanco pretendía mejorar el trato que aún tiene con el club lisboeta por el traspaso en su día de William Carvalho.

Ahora, según apunta el diario luso O Jogo, el Betis le habría dado un nuevo giro de tuercas exigiendo dos condiciones inexcusables: garantías bancarias para el cobro de la venta y establecer una cláusula de penalización en caso de incumplimiento de los pagos y los apartados del contrato. Hace unos años que el cuadro portugués no está demostrando toda la solvencia que un club de su historia debería tener e incluso el Sporting de Braga ya impuso cláusulas parecidas en la operación por la que el técnico Rubén Amorim se marchó a la capital portuguesa el pasado mes de marzo y por el que se pagó 10 millones de euros, tal y como declaró ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores lusa.

Lo más normal es que después de tanta negociación se acabe llegando a un buen término de una manera u otra, pero no acaba de cerrarse el futuro de Feddal y en agosto sigue siendo bético.