Real Betis

El faraón que no quiere serlo

  • "Yo no merezco tanto cariño", reitera Joaquín desde el Villamarín, donde fue homenajeado por todo lo alto con motivo de su amplación de contrato hasta el 2021

Joaquín, sonriente en los instantes finales del acto de su renovación.

Joaquín, sonriente en los instantes finales del acto de su renovación. / Antonio Pizarro

Después de una espectacular entrada al terreno de juego del Villamarín, donde se situó la plataforma desde la que comparecería, Joaquín posó entre ovaciones junto a Haro, Catalán, Gordillo y Alexis. Miles de seguidores llenaban buena parte de la Tribuna de Fondo para asistir al acto de renovación del portuense, que continuará en el Betis al menos hasta junio de 2021. “Yo no me merezco tanto cariño”, repitió en varias veces en un tributo durante el que las lágrimas no se cansaron de brotarle de los ojos. El 17 verdiblanco hizo un repaso de su carrera y admitió que le va a ser “difícil encontrar el momento justo” de ponerle punto y final, pues está disfrutando mucho de este último tramo de ella.

“Llevo toda la mañana intentando no emocionarme, controlando la respiración, pero es imposible”, dijo secándose el llanto en los primeros compases del evento. “Uno no se acostumbra nunca a esto. No me merezco tanto cariño ni tanto ni tanto reconocimiento”, insistió. “Lo que hago, lo hago por el Betis, porque así lo siento y porque es mi profesión. Pero este recibimiento y todos los que he tenido... Le doy gracias a Dios por tener el cariño de todos los béticos”, dijo.

Antes de que pasase a hablar el presidente, se repasó el vídeo en el que el Betis anunciaba su renovación, en el que vigilaba Heliópolis desde las alturas. “El helicóptero no me hizo mucha gracia, yo con los pies en el suelo siempre”, bromeó el jugador, que pese a su popularidad entre el beticismo, mantiene la sensatez. “Que a ti te digan ‘tú eres el Betis’ son palabras mayores. Pero yo intento ser uno más. Tanto dentro como fuera del campo. Dentro intento ayudar al equipo y estar siempre, ayudar a mis compañeros, etc. Intento aprovechar”, expresó.

Preguntado sobre su futura retirada, Joaquín se abrió para descubrir sus dudas. “Yo siempre digo que en estos momentos, uno se va cargando de responsabilidad. Esa responsabilidad uno la va interiorizando mucho más y cuesta trabajo llevar eso para delante. Y llegado este momento, no quiero alargar mi carrera más de la cuenta, que ya está siendo larga”, continuó. “Es difícil encontrar un momento justo para decir ‘me voy’, porque ahora me encuentro a gusto, compito, disfruto… Porque eso es importante para mí, el poder competir, el poder estar entrenándome al mismo nivel de mis compañeros. Es complicado buscar ese final feliz”, transmitió.

Con el graderío entregado, hubo un paréntesis para que Gordillo, Cardeñosa o Esnaola dedicasen unas palabras al extremo. “No hacedme llorar más, ‘Gordo’”, dijo bajito al de Almendralejo cuando se abrazaron en la tarima. Tras esas intervenciones, algunas referentes a sus días en el filial bético, como la de Esnaola, Joaquín continuó respondiendo al presentador, al que confesó que su partido más especial fue el derbi de principios de la temporada pasada, en el que el Betis se impuso al Sevilla por 1-0 con un cabezazo suyo en los últimos minutos.

El jugador de El Puerto de Santa María vivió instantes de máxima emoción al hablar de los compañeros con los que se ha ido cruzando y sobre todo de sus familiares, presentes en las primeras butacas dispuestas ante la plataforma. “Al final lo más bonito, independientemente del sueño que tenga uno, ya sea en el ámbito del deporte o en otro, es que nadie te diga que no puedes llegar a un sitio. Es verdad que luego tienes que estar rodeado de grandes personas. Y yo sólo tengo palabras de agradecimiento para mi gente”, dijo rompiendo a llorar de nuevo.

“Es fácil que te desvíes siendo tan joven. Y yo tuve años complicados”, recordó. “Yo vine a Sevilla muy joven y lo mío fue como la espuma. Yo del Liga Nacional, cada año fui subiendo y me encontré en el primer equipo con 19 años. Y no son años fáciles. Porque con 19 años te lo encuentras todo: popularidad, dinero y fama. Y ahí es donde está el valor de la familia, de mis padres, de mi mujer, de mis hermanos, de los buenos amigos. De encontrarte gente que te aporta”, dijo el futbolista.

“Conocí a mi mujer muy joven y ella también supo ponerme en mi sitio. Y también doy gracias a Dios por la cantidad de grandes compañeros que he tenido y que tengo. Creo que del fútbol, independientemente de que me hubiese gustado ganar más títulos y conseguir muchas cosas más, lo que me voy a llevar es el cariño de tanta gente”, explicó Joaquín, con los ojos vidriosos otra vez.

“El ser bético significa muchísimo para mí. Incluso en los años que he estado fuera, que han sido nueve, yo venía a Sevilla con mi familia y la gente me veía por ahí y decía ‘Mira, Joaquín del Betis’. Y eso es un orgullo y un privilegio”.

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