El hipnotizador Nabil Fekir

Ludogorets-Betis | Informe técnico

El francés salió, se adueñó del balón con Canales asociándose desde atrás y... punto final

La crónica del Ludogorets-Betis

Guido Rodríguez pugna con Piotrowski.
Guido Rodríguez pugna con Piotrowski. / Vassil Donev (Efe)

Con un solo remate entre los tres palos, que además realizó Fekir con cierta relajación pues la jugada tenía visos de no ser lo que fue, reglamentaria, el Betis agarró un tesoro en una pequeña ciudad del corazón de Bulgaria. Tras una primera parte de tibieza y desubicación colectiva que no fue a más por las desmañadas llegadas del Ludogorets, Pellegrini metió a Fekir por Paul, cuya amonestación era una espada de Damocles, y retrasó a Canales. Y el centro de gravedad del partido se desplazó como por arte de magia hacia terrenos más cercanos al área búlgara. es el poder hipnotizador de Nabil Fekir, al que quitarle la pelota a veces parece imposible. Antes de que el francés le diera vuelo al Betis, los ayer anaranjados sufrieron demasiado ante un rival de nivel Segunda A en España.

Defensa

Las lesiones de Sabaly y Luiz Felipe redujeron las variantes para componer la línea de cuatro. Y pensando en que Pezzella tiene rango de titular para Pellegrini, el internacional argentino fue reservado para la importante cita en San Sebastián el próximo domingo. Así que Édgar salió para cubrir el perfil diestro, con Víctor Ruiz a su izquierda. Y pronto empezaron a sufrir mucho con las rápidas salidas del Ludogorets, sobre todo por el extremo derecho, por donde Tekpetey le ganó varias veces la espalda a Miranda. Ya a los tres minutos salvaron los búlgaros una desajustada presión adelantada del Betis y Rick no golpeó la pelota de lleno en su remate.

Cauly y Piotrowsky, lógicamente, se adaptaron mucho mejor que Paul y Guido a un terreno duro, ralo, en el que el balón botaba más que rodaba, y en los duelos, uno de verde solía anticiparse a uno de naranja (¿o era calabaza?) para provocar un conato de incencio con celeridad a la espalda de los cuatro zagueros visitantes. Hasta siete veces llegó con peligro el Ludogorets por el costado diestro de su ataque en la primera media hora. Claudio Bravo desvió dos tiros cargados de pólvora, abajo. Y en el cuarto de hora final hasta el descanso, tres llegadas más por la zona opuesta, dos de ellas cortadas por un providencial Édgar.

Guido nunca estuvo cómodo del todo, pero con Fekir y Canales asociándose, también con Álex Moreno en apoyo, la pelota fue del Betis y los búlgaros acusaron mucho el gol en su ánimo.

Ataque

La mayor intensidad del Ludogorets en la primera mitad desconectó del juego a Canales y Joaquín, quien además se tuvo que retirar lesionado al filo de la media hora. Entró por él Luiz Henrique, que sólo ápareció más en ataque cuando Fekir entró e hizo circular la pelota a su alrededor. El francés invita a todos a tocar en corto, combinar, desdoblarse. Y Álex Moreno hoy ofrece mucha más salida que Miranda.

Virtudes

Haber aguantado las acometidas del Ludogorets con Bravo como garantía. Y el vuelo que da Fekir.

Talón de Aquiles

Entró frío e incómodo y dejó que el rival impusiera su plan.

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