El salto llega con Serra

El mercado invernal ha continuado la revolución en la plantilla que el vicepresidente deportivo inició en el verano

Sólo Joaquín sigue de los fichajes de Maciá

El salto llega con Serra
El salto llega con Serra
Samuel Silva

08 de febrero 2018 - 02:32

Sevilla/La revolución que Lorenzo Serra Ferrer inició en la planificación estival ha continuado en este último mercado invernal, lo que apenas ha dejado rastro en el equipo de los proyectos encabezados en las dos últimas temporadas por Eduardo Maciá y Miguel Torrecilla. Con el balear, el Betis ha iniciado un salto cuantitativo en materia económica, con un mayor gasto en fichajes y también con un incremento del retorno en las salidas.

En el cuadro adjunto sólo se detallan los cambios en la plantilla, aunque también el comportamiento con los entrenadores ha sido distinto. De aquel Maciá enfrentado a Mel, y que acabó con la destitución del madrileño pese a que el entonces director deportivo no tenía sustituto, o de las apuestas de Torrecilla, primero con Gustavo Poyet y luego con Víctor Sánchez del Amo, Serra ha mantenido la confianza en Quique Setién hasta en los momentos más complicados, incluso con las lógicas divergencias de criterios en algunos aspectos.

10Millones de euros. La inversión del Betis en Bartra en enero, la más alta de los últimos años

Más de 40 fichajes y casi 50 salidas se han ejecutado en el Betis en las tres últimas temporadas, con una sucesión de proyectos que no ha encontrado el ansiado paso hacia delante, pese a las mejores sensaciones que transmite el equipo en esta Liga. A los proyectos fallidos de Maciá y Torrecilla le ha seguido el de Serra Ferrer, con el que el club quiere alcanzar la estabilidad.

Tras el ascenso de la temporada 2014-15, el Betis apostó por la contratación de Eduardo Maciá como director deportivo para iniciar un proyecto ambicioso. La realidad fue bien diferente. Bajo la presidencia de Juan Carlos Ollero, y también bajo el respaldo de Ángel Haro y José Miguel López Catalán que ya presentaron ese año su primera candidatura juntos, ese nuevo Betis fue un fiasco. Pese a la décima posición final, un maquillaje para un equipo que peleó hasta el final para conseguir la permanencia, el club decidió rescindir a Maciá, al que se le achacaron en privado numerosos asuntos que luego no se comentaron en público y que, sobre todo, no sentó las bases para el futuro, por más que algunas voces reclamasen su continuidad. Sólo Joaquín, un fichaje más del Betis que del propio valenciano, permanece en la plantilla verdiblanca actualmente de los 13 -Portillo y Kadir estaban comprometidos por el ascenso- que realizó Maciá, que dejó pufos como Tarek, Van der Vaart o Leandro Damiao, entre los más llamativos.

El fracaso de Maciá provocó un cambio de rumbo por parte de Ángel Haro, que meses antes ya había asumido la presidencia tras el adiós en medio de la temporada de Juan Carlos Ollero. Tras entrevistarse con varios candidatos, los dirigentes optaron por la contratación de Miguel Torrecilla para iniciar un nuevo proyecto.

Con el salmantino tampoco se produjo el ansiado crecimiento. Si sus elecciones para el banquillo fueron un fracaso, otro tanto ocurrió sobre el césped. Además, algunas de sus sentencias acabaron por condenarlo de cara a la opinión pública, como aquella en la que indicó que "el Betis tenía el mejor centro del campo tras los grandes". Apenas unos meses después, de aquellas incorporaciones para la medular -Felipe Gutiérrez, Brasanac, Donk, Jonas Martin y a los que se añadió Rubén Pardo en enero- no queda rastro en Heliópolis.

La inversión con Torrecilla ya dobló las cifras de Maciá -sin tener en cuenta las altas fichas que introdujo el valenciano-, aunque también favorecida por la venta de N'Diaye al Villarreal, en una operación que permitió cuadrar el balance del club.

El nuevo fiasco con Torrecilla provocó la enésima huida hacia delante y la llegada a última hora de Lorenzo Serra Ferrer, con una planificación ya iniciada con anterioridad -los primeros contactos con Setién ya se habían producido, además del traspaso de Piccini y el fichaje de Sergio León-, pero a la que el balear pronto le puso su sello.

"Sólo harán falta tres o cuatro retoques para el próximo año", se apuntó desde el club. "Hice 13 fichajes en el primer año en el Betis y en el segundo hubiera hecho muchos menos", indicó ayer Torrecilla, con esa misma línea de discurso que se había transmitido desde el Betis.

Con Serra todo ha sido diferente. Tras las últimas salidas invernales -Tosca, Felipe Gutiérrez y Nahuel-, sólo Mandi, Durmisi y Sanabria permanecen en la plantilla de los que llegaron con Torrecilla, con una planificación que ha dado un salto cuantitativo y cualitativo al Betis. Marc Bartra, la última incorporación y con el coste más alto en años, es el botón de muestra de ese impulso que ha tomado el club verdiblanco y que ahora necesita ser ratificado con un Betis que pelee por cotas mayores.

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