La remontada del Bayer Leverkusen en los últimos minutos ante el Celtic de Glasgow, en la pasada jornada de la Europa League, priva al Betis de aspirar a la primera plaza final del Grupo G, que ya se han asegurado los alemanes, pero a cambio convierte el viaje de mañana en un trámite para el equipo de Manuel Pellegrini. Eso hará que el chileno aproveche el encuentro en Celtic Park para que jugadores no habituales en la Liga sigan reivindicándose y dando razones para que las rotaciones se aceleren en la temporada. El primer interesado es el propio Betis, y dentro de él, su preparador.

Será el turno para Pezzella, Édgar, Miranda, Paul, Rober, Lainez, Borja Iglesias. Y por supuesto Joaquín, un protagonista de lujo en los dos torneos por eliminatorias. Las expectativas que ha abierto la temporada en sus tres frentes hacen aún más necesaria la aportación del banquillo ante las lesiones, sanciones y el desgaste que van a ir apareciendo con la acumulación de partidos. Pellegrini tiene un once base, el del Camp Nou, pero si las alternativas no van apareciendo y responden, todo se va a complicar.   

Por lo pronto, Martín Montoya se reintegró a la disciplina del grupo en el entrenamiento de esta mañana en la ciudad deportiva, aunque está por ver si su nivel físico le da para ser incluido mañana en la lista de convocados que partirá a las 17:45 horas rumbo a Glasgow. El lateral derecho fue recibido con un festivo pasillo por la plantilla verdiblanca, que disfruta de días de vino y rosas. 

Con la vuelta del defensa catalán, ya sólo están al margen el portero Claudio Bravo, aún renqueante, y los lesionados de larga duración Sabaly y Camarasa.

El hecho de que el Betis no se juegue nada en el plano deportivo ante el Celtic (sí que se juega 630.000 euros por la victoria y 210.000 por el empate) ha llevado a Pellegrini a cambiar sus planes. El viaje a tierras escocesas se ha retrasado de la mañana a la tarde para que la plantilla gane un entrenamiento aquí, y tras el mismo tanto el preparador como el central argentino Germán Pezzella atenderán a los medios. La UEFA le da a los clubes la opción de elegir y Pellegrini ha decidido llegar a Glasgow con el tiempo justo, sobre las nueve de la noche aproximadamente. Las prioridades son otras ahora y apuntan al domingo con la visita de la Real Sociedad al Benito Villamarín. 

Los vascos no pueden hacer lo mismo, ya que deben derrotar como sea al PSV Eindhoven en San Sebastián este jueves para seguir vivos en la Europa League, por lo que poco podrá rotar ante los holandeses Imanol Alguacil, quien además no sabe cuándo podrá volver a contar con dos jugadores básicos en su esquema, Mikel Merino y David Silva.

Es muy probable que además de Nabil Fekir, que cumple mañana el segundo de los tres partidos de suspensión por su expulsión en Leverkusen, tampoco se suban al avión otros jugadores fundamentales para Pellegrini con vistas a que se ahorren el desgaste del viaje y descansen bien para el importantísimo encuentro del domingo ante un rival directo.