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Royal Philips, compañía líder en tecnologías de salud, ha puesto en marcha un programa destinado a ayudar a los hospitales y centros sanitarios españoles a agilizar y hacer más eficiente el diagnóstico del cáncer de próstata. El programa se basa en el uso del navegador UroNav, desarrollado conjuntamente por Philips y el National Institute of Health de Estados Unidos y que actualmente es el sistema de elección en 15 de los 20 principales servicios de Urología de Estados Unidos.
El programa puesto en marcha por Philips incluye un servicio de consultoría técnica y clínica para la optimización de imágenes de resonancia magnética con el fin de reducir el tiempo de examen de las imágenes de próstata. También incorpora aplicaciones de postprocesado de imagen para la identificación de las lesiones y el mapeo de los targets. Esta aplicación es compatible con plataformas colaborativas de diagnóstico como Intellispace Portal, por lo que facilita el soporte formativo y acceso a segundas opiniones.
Además, el uso de UroNav permite realizar biopsias de próstata de alta precisión mediante la fusión de la imagen por resonancia magnética y la imagen de ecografía. Este proceso integra toda la información e imágenes de RM necesarias para identificar la ubicación de las masas tumorales y permite un desarrollo independiente de la actividad entre los servicios de Radiología y Urología, aunque trabajan en equipo compartiendo la información de manera electrónica.
Por último, el programa de Philips permite poner en marcha modelos de monitorización por resonancia magnética y biopsia de alta precisión para aquellos casos en los que se opte por la vigilancia activa y el retraso terapéutico con el fin de evitar los efectos secundarios asociados a la cirugía de próstata y la radioterapia, que pueden empeorar drásticamente la calidad de vida de los pacientes.
El cáncer de próstata es el de mayor prevalencia en varones en España. Según datos del Observatorio del cáncer de la AECC, en España se diagnosticaron 31.728 nuevos casos de cáncer de próstata y 6.061 personas fallecieron por esta causa en 2018. No obstante, el proceso de diagnóstico de este tipo de tumor es complejo, tanto por los indicadores que sugieren la presencia de la enfermedad (PSA y tacto rectal), como por el posterior proceso de verificación basado en biopsias aleatorias sobre la glándula.
En este contexto, la resonancia magnética se ha consolidado en los últimos años como prueba diagnóstica que ofrece un alto valor predictivo negativo y una excelente herramienta de identificación del cáncer de próstata clínicamente significativo. Tal es así que las nuevas guías clínicas publicadas en 2019 por la Asociación Europea de Urología recomiendan la realización de una resonancia magnética previa a la biopsia, lo que permitiría reducir hasta en un 25 por ciento las biopsias innecesarias.
Otra ventaja de la resonancia magnética en el diagnóstico del cáncer de próstata es que la fusión de imagen de RM y ecografía ofrece un nivel de precisión mucho más elevado en la realización de las propias biopsias, lo que permite reducir el número de biopsias de repetición. Este nuevo proceso representa un cambio de paradigma en el abordaje del diagnóstico del cáncer de próstata, ofreciendo un alto impacto en la experiencia del paciente y una mayor eficiencia en el proceso diagnóstico.
Sin embargo, y pese a las recomendaciones de las nuevas guías clínicas, muchos centros sanitarios se enfrentan a diversos obstáculos a la hora de implementar un abordaje multidisciplinar para el diagnóstico del cáncer de próstata. Uno de ellos viene dado por la capacidad de los hospitales para asumir la demanda de resonancias magnéticas de próstata. Otro reto es la disponibilidad de radiólogos especializados, puesto que el análisis de imágenes de RM de próstata requiere un alto nivel de experiencia.
Además de los recursos profesionales, el mayor reto al que se enfrentan los hospitales es la capacitación tecnológica que permita gestionar la carga asistencial generada por la nueva demanda de resonancias magnéticas. En este contexto, Philips trabaja ya con centros sanitarios de todo el país para adaptar los recursos disponibles en cada uno de ellos y adecuarlos a la implantación de las nuevas guías clínicas.
“La tecnología de imagen ha facilitado un cambio transcendental en el proceso diagnóstico del cáncer de próstata. Es un proceso parecido al que facilitó la implantación de unidades específicas de gestión del cáncer de mama, con el que comparte el hecho de ser el de mayor impacto numérico por género, con más de 30.000 nuevos casos anuales”, explica Ignacio López, Director de Relaciones Institucionales y Desarrollo de Negocio de Philips Ibérica.
“El modelo tradicional de diagnóstico de cáncer de próstata es errático e ineficiente, requiriendo la repetición frecuente de las pruebas de biopsia, con el consiguiente impacto en el retraso en el proceso diagnóstico. Es habitual que muchos varones esperen más de seis meses para confirmar si tienen o no cáncer de próstata”, añade Ignacio López.
Tanto la solución de postprocesado de imagen como la de navegación de Philips son abiertas y compatibles con múltiples equipos de resonancia magnética y ecógrafos, lo que facilita la reutilización de equipos y tecnología ya existente en los hospitales. Además, UroNav admite múltiples técnicas de biopsia y se adapta a la metodología utilizada por cada servicio de Urología y es compatible con las nuevas técnicas de terapias focales (HIFU, crioterapia, braquiterapia, etc).
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