SALUD

El ejercicio nos mantuvo cuerdos durante el confinamiento

Varias personas hacen ejercicio en Málaga

Varias personas hacen ejercicio en Málaga / JAVIER ALBIÑANA

Las personas que realizaron más actividad física y de mayor intensidad durante el confinamiento percibieron menos síntomas depresivos y mayor bienestar emocional. Esta es la principal conclusión a la que han llegado varios estudios realizados por el grupo EDAFIDES de la Universidad de Oviedo (Uniovi) y del que se hacen eco desde el Servicio de Información y Noticias Científicas 

Los trabajos de campo se llevaron a cabo mediante paradigmas referentes al ejercicio, la salud, la alimentación y la resiliencia. Afrontar distintas situaciones durante la pandemia y la forma de afrontarlas nos sitúo, sin lugar a dudas, en diferentes estados anímicos, con mayor o menor fortaleza ante la pandemia y con nuestro cuerpo tomando posiciones para luchar o caer en una enfermedad mental. 

El objetivo de los estudios era medir los síntomas depresivos de la población española durante el encierro domiciliario y analizar su relación con los niveles de actividad física. Alejandro Carriedo Cayón, autor de los estudios, explica que desde hace varios años se ha destacado la importancia de realizar actividad física y, sobre todo, que se adquiera como hábito diario. "Se ha demostrado que su práctica repercute positivamente en los aspectos físicos, mentales, sociales y afectivos de las personas". Y es preocupante que la mayoría de la población no alcanza los niveles de actividad física recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS)

En un primer momento, los investigadores de la Universidad de Oviedo analizaron los cambios de peso como consecuencia de los nuevos hábitos de actividad y alimentación adquiridos durante el confinamiento domiciliario.

Los resultados tras pruebas con más de cuatro mil personas destacan que parece que hay una conexión entre obesidad, depresión y alimentación. ¿La razón? Ante una situación estresante, las personas pueden aumentar o reducir la comida que ingieren. Las personas que realizaron más actividad física y se mostraron más optimismo fueron las que mejor consiguieron mantenerse en su peso.

Aquellas personas que hacen deporte con intensidad y asiduidad tienen mayor nivel de resiliencia y menores síntomas depresivos

El segundo estudio realizado analizó la relación entre síntomas depresivos, bajo afecto y poca resiliencia. Los autores descubrieron que aquellas personas que hacían deporte con intensidad y asiduidad tuvieron mayor nivel de resiliencia, afecto positivo y menores síntomas depresivos. "La resiliencia se asocia al bienestar general, la satisfacción y la calidad de vida, por lo que en momentos tan dramáticos como los que vivimos es importante adquirir mecanismos que la desarrollen", añade José Antonio Cecchini Estrada, investigador de Uniovi.

Elementos de protección ante la pandemia

El último de los estudios estableció tres tipologías de la población española durante el encierro domiciliario.

  1. Los que presentaban altos niveles de actividad física, con gran resiliencia y bajos síntomas depresivos. Aquí encontramos principalmente a personas de 40-54 años, con peso normal, que ya practicaban mucha actividad física antes del confinamiento y en un 60 % mantuvieron su ritmo de actividad física.
  2. Los que tienen valores medios en actividad física, resiliencia y síntomas depresivos, categoría en la que entra el 60% de la población. Menos de la mitad siguió con sus rutinas, por debajo del umbral recomendado por la OMS.
  3. Los que conservan bajos niveles de resiliencia y altos de depresión, formado mayoritariamente por mujeres jóvenes, de menos de 25 años, que redujeron su actividad física del 69% al 30%.

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