Álvaro Fernández, farmacéutico: "Tener colesterol no es malo, pero en exceso resulta peligroso"

Qué es el colesterol

Un exceso del colesterol si es malo, pero este es necesario para vivir porque la falta puede producir problemas hormonales u osteoporosis

Descubren una alteración en la captación del colesterol en los pacientes con alzheimer

Colesterol y glaucoma
Colesterol y glaucoma / Canva

La mayoría de personas asocia el colesterol con algo negativo. Sin embargo, lo realmente preocupante es tener un exceso. Así que lo correcto sería tenerlo dentro de los niveles permitidos. Un farmacéutico en sus redes sociales explica la importancia de tenerlo, pero también analiza qué puede pasar si hay un aumento, sobre todo del malo: "Todo el que no se utiliza se queda en las arterias tirado, se pega en las paredes y se va acumulando hasta que interrumpe el paso de la sangre. De hecho, si se desprende y llega a un capilar, lo taponará porque este es mucho más pequeño y formará desde ictus hasta infartos".

Qué es el colesterol

Se trata de un lípido que se encuentra en las células de nuestro cuerpo y, el 75% aproximadamente lo produce el mismo organismo, principalmente en el hígado. El resto lo encontramos en alimentos de origen animal como huevos, carne, lácteos y pescados. Este es insoluble en agua y para transportarse en la sangre necesita unirse a las lipoproteínas que son unas partículas que han dado lugar a los términos bueno y malo. El primero recoge el colesterol sobrante de los tejidos y lo lleva de vuelta al hígado para su eliminación. Sin embargo, el segundo, transporta el colesterol del hígado a los tejidos y cuando hay demasiado se acumula en las arterias, aumentando el riesgo de aterosclerosis.

Funciones esenciales del colesterol

El colesterol es imprescindible para vivir y tiene varias funciones dentro del organismo. En primer lugar, se trata de un componente de las membranas celulares, por lo que estas tienen más flexibilidad y estabilidad para el paso de nutrientes y la comunicación entre las células. Es un precursor de las hormonas esteroideas como el estrógeno, la progesterona, la testosterona y el cortisol, unas que son muy importantes para la reproducción, el metabolismo, el estrés y el equilibrio de sales y agua en el organismo. También se encarga de la producción de vitamina D que es indispensable para la salud de los huesos y el sistema inmune.

Además, participa en la producción de ácidos biliares que son las sustancias secretadas por el hígado que permiten una mejor digestión y absorción de las grasas en el intestino. En el cerebro se contiene mucho colesterol y es necesario para la formación de sinapsis y la transmisión de señales nerviosas. Cuando se tienen bajos niveles, se pueden producir trastornos neurológicos y de ánimo.

Falta de colesterol

Si el colesterol es bajo también resulta perjudicial para la salud, y entre los problemas que puede acarrear se encuentra una alteración de las hormonas provocando infertilidad, irregularidades menstruales y disfunción sexual. Además, trae consigo un déficit de vitamina D que puede aumentar el riesgo de osteoporosis, debilidad muscular y más infecciones. Los problemas digestivos también se vuelven más comunes por la falta de ácidos biliares y alteraciones neurológicas aumentando los riesgos de depresión, ansiedad y deterioro cognitivo.

Referencias bibliográficas:

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