Investigación

Descubren un nuevo método poco invasivo como alternativa a la endoscopia superior

Descubren un nuevo método poco invasivo como alternativa a la endoscopia superior

Descubren un nuevo método poco invasivo como alternativa a la endoscopia superior

Los médicos utilizan la endoscopia gastrointestinal para ayudar a diagnosticar y tratar los síntomas y las afecciones del esófago, el estómago y la parte superior del intestino o el duodeno. Esta prueba consiste en examinar el interior del estómago con un endoscopio (cámara diminuta) que pasa por la boca y el esófago y, hasta ahora, resultaba la más efectiva para ver con claridad estas zonas del sistema digestivo y tomar muestras de tejido. El problema radica en que resulta invasivo y los pacientes necesitan sedación, aunque sea de carácter leve. En los casos más graves, puede provocar perforaciones o sangrados. 

Para evitar este problema, los médicos del Children's Hospital of Colorado (EE. UU.) han ideado una nueva técnica que permite obtener información importante sobre el estado inflamatorio del tracto gastrointestinal superior con menos molestias, lo que permite a los pacientes permanecer despiertos y atentos mientras se completa el procedimiento quirúrgico.
¿Lo mejor? Lo sencillo de este nuevo método, y en el que solo se necesita una cápsula enganchada a un hilo especial, algo que también resulta poco invasivo. El gasteroenterólogo pediátrico Glenn T. Furuta lo ha bautizado como  EnteroTracker o 'test del hilo', un método que resulta, además, de bajo coste y muy preciso. 

¿Cómo funciona?

Este test no resulta tan reciente, se trata de una técnica que fue pensada hace décadas para recoger fluidos procedentes de tramos superiores del intestino delgado a través del estómago, por lo que se empleaba principalmente en pediatría para recolectar trofozoítos en el estudio de las giardiasis y otras parasitosis, según indican en este estudio.

En sí mismo, consiste en una cápsula que el paciente traga y que contiene un tipo de hilo especial. Esta cápsula va siguiendo el recorrido usual del tracto digestivo, eventualmente llegando al intestino delgado. En cuestión de pocos minutos, el personal sanitario puede suavemente extraer el hilo tirando de un extremo. Posteriormente, el hilo se analiza y se identifica qué sección del mismo corresponde a cada segmento del tracto digestivo, empleando parámetros como el p.h. o mediciones de longitud.

Según los estudios publicados hasta el momento, la sensibilidad del enterotest para detectar H. pylori oscila entre el 37 y el 97%, aunque varía mucho en función de la técnica de realización y procesamiento, así como de las diferentes pruebas del hilo que se utilicen.

Su utilidad es determinar en qué parte se localiza la inflamación a través del análisis de diferentes biomarcadores. Por ejemplo, esta técnica ha mostrado ser efectiva en condiciones gastrointestinales como esofaguitis inflamatoria eosinofílica. Asimismo, sus creadores creen que puede tener otras aplicaciones en el reflujo gastroesofágico severo, la gastroenteritis eosinofílica, la enteropatía por alergia alimentaria o el síndrome del intestino irritable.  Eso sí, esta técnica, aunque potencialmente útil en algunas circunstancias, debe ser más ampliamente validada antes de poder recomendarla definitivamente.

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