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Onicolisis, cuando tus uñas dicen adiós: Uno de los efectos secundarios más graves de los esmaltes permanentes

Onicolisis, cuando tus uñas dicen adiós: Uno de los efectos secundarios más graves de los esmaltes permanentes

Onicolisis, cuando tus uñas dicen adiós: Uno de los efectos secundarios más graves de los esmaltes permanentes

El esmalte permanente, una innovadora tendencia en el cuidado de las uñas, ha ganado popularidad por su durabilidad y apariencia impecable. Sin embargo, este proceso no está exento de posibles efectos secundarios, y uno de los más preocupantes es la onicolisis. Se trata de un fenómeno patológico que afecta a la unidad ungueal. En esencia, implica la separación de la lámina ungueal (la uña en sí) de su base, conocida como lecho ungueal. Esta separación resulta en molestias leves o moderadas, que a menudo limitan la funcionalidad normal de los dedos. Pero, ¿Es esta la única causa?, ¿Cuáles son las señales de alarma? En este artículo, exploraremos en detalle cómo el esmalte permanente puede contribuir a la onicolisis, sus causas subyacentes y cómo se puede prevenir este problema.

Relación entre el esmalte permanente y la onicolisis

El esmalte permanente, también conocido como esmalte en gel, se diferencia de los esmaltes tradicionales por su larga duración. Aplicado en capas y endurecido con luz UV o LED, este tipo de esmalte puede durar semanas sin descascararse ni perder brillo. Sin embargo, usado en exceso, este tipo de esmalte puede debilitar la uña hasta provocar su desprendimiento. En el contexto del esmalte permanente, este problema puede surgir debido a varios factores, entre ellos:

  1. Daño mecánico: La aplicación y la retirada incorrecta del esmalte permanente, como el uso de herramientas afiladas o la manipulación agresiva, pueden dañar la uña y provocar la separación de la lámina ungueal de su lecho.

  2. Exposición a la Luz UV/LED: El proceso de endurecimiento del esmalte permanente implica la exposición a la luz ultravioleta (UV) o a la luz emitida por diodos emisores de luz (LED). Esta exposición prolongada y repetida puede debilitar la uña, lo que a su vez podría contribuir a la onicolisis.

  3. Humedad Atrapada: Si la aplicación del esmalte permanente no se realiza de manera adecuada y se acumula humedad entre la uña y la capa de esmalte, podría formarse un ambiente propicio para el crecimiento de hongos o bacterias. Esto podría debilitar la uña y aumentar el riesgo de separación.

  4. Falta de Descanso: La aplicación continua y constante de esmalte permanente sin darle a las uñas tiempo para recuperarse y "respirar" entre aplicaciones puede debilitar la estructura de la uña, aumentando el riesgo de problemas como la onicolisis.

  5. Uso Excesivo: Las personas que aplican esmalte permanente con frecuencia pueden estar sometiendo sus uñas a un estrés constante, lo que podría contribuir al debilitamiento gradual de la uña y a su separación del lecho.

OTROS FACTORES 

  1. Infecciones Fúngicas (Casi Siempre): Principalmente, los hongos son los responsables. Esto incluye micosis causadas por la levadura Candida, conocida como Candidiosis ungueal. También hay otros tipos de hongos llamados "dermatofitos" que ocasionalmente afectan a las uñas, pero con mucha menor frecuencia.

  2. Infecciones Bacterianas: Habitualmente, las bacterias Estafilococos y, en ocasiones, Pseudomonas pueden estar involucradas. Estas últimas tienden a descolorar la uña, dándole un tono verdoso.

  3. Infecciones Víricas: El virus del herpes puede causar lo que se conoce como Panadizo herpético.

  4. Traumatismos: Estos traumas pueden ser causados por comportamientos como rascarse o morderse, golpes, zapatos que terminan en punta o que no se ajustan adecuadamente (sobre todo los de tacón alto) y patadas.

  5. Enfermedades sistémicas:

  • Candidiasis mucocutánea crónica por inmunodepresión, donde la Onicolisis puede persistir durante un largo período.
  • Enfermedades tiroideas (Tirotoxicosis).
  • Insuficiencia vascular y/o pulmonar que puede producir "acropaquia", un engrosamiento de las falanges distales de los dedos en manos y pies, resultando en alteraciones ungueales como la onicolisis, crestas y hendiduras.

Señales de alarma

Las señales de alarma de la onicolisis, que indican que podría haber un problema con tus uñas, incluyen:

  1. Separación de la uña del lecho ungueal: Uno de los signos más evidentes de la onicolisis es la separación de la uña de su lecho ungueal. Esto puede ser parcial o afectar la uña en su totalidad.

  2. Cambio en el color de la uña: Si notas que tu uña ha cambiado de color, como volverse amarilla, marrón o incluso verde, esto podría ser un indicativo de la presencia de una infección o de otro problema subyacente.

  3. Engrosamiento o debilitamiento: Si la uña se vuelve más gruesa o, contrariamente, se debilita, esto podría ser una señal de que algo no está bien.

  4. Dolor o sensibilidad: La onicolisis a menudo puede ir acompañada de dolor o sensibilidad en la zona afectada, lo que puede dificultar actividades cotidianas como sujetar objetos o caminar.

  5. Cambios en la forma: Si notas cambios en la forma de tus uñas, como hendiduras, deformidades o crestas, esto podría ser una señal de que existe un problema subyacente.

  6. Inflamación o enrojecimiento: Si la zona alrededor de la uña muestra signos de inflamación o enrojecimiento, podría ser un indicio de infección o inflamación.

  7. Presencia de líquido o pus: Si observas la presencia de líquido o pus cerca de la uña, esto podría ser un signo de infección y requeriría atención médica.

  8. Cambios en la textura: Si la superficie de la uña se vuelve rugosa, áspera o muestra irregularidades, esto podría ser una señal de que algo no está bien.

  9. Síntomas adicionales: La onicolisis a veces puede estar acompañada de otros síntomas, como picazón, ardor o mal olor en las uñas.

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