Tu voz es más que solo un sonido. Es tu herramienta principal cuando te comunicas de forma habitual, independientemente de la manera. Pero, ¿qué pasa cuando te encuentras en días de máximo esfuerzo vocal? Es habitual tener alteraciones en la voz (disfonía) durante o después de periodos festivos, como es la Feria de Sevilla, en la que parece que este instrumento está trabajando horas extras.

Son situaciones en las que elevamos el tono por encima del ruido del ambiente, obligando a que las cuerdas vocales hagan un sobreesfuerzo. Esto provoca choques entre los bordes de ambas cuerdas, inflamando su cubierta epitelial. Si no quieres que tu leve problema originado por estas fiestas termine en lesiones nodulares, puedes seguir algunos consejos prácticos.

Hidrátate como si no hubiera un mañana

No puedo enfatizar esto lo suficiente: ¡mantente hidratado! Pero no con el rebujito. El agua es el super héroe de tu cuerda vocal. Tener tu cuerpo bien hidratado ayuda a mantener las cuerdas vocales lubricadas y flexibles. Pero, ¡ojo! Evita las bebidas con cafeína o alcohol ya que pueden deshidratarte. Opta por agua simple y tibia, o incluso puedes probar con té de hierbas sin cafeína para calmar tu garganta.

Descansa y relájate

Tus cuerdas vocales también necesitan descansar. En una semana intensa, sobre todo de quedadas e invitaciones a las casetas, es difícil hacerlo al cien por cien. Así que, el tiempo que estés en casa, aprovecha para relajarte e, incluso, hacer ejercicios de respiración profunda porque te ayudará a calmar los músculos tensos de la garganta. 

Cuida tu entorno

El entorno en el que te encuentras puede tener un gran impacto en tu voz. Trata de evitar lugares con mucho humo o polvo, ya que pueden irritar tus cuerdas vocales. Además, si estás en un lugar ruidoso, evita forzar tu voz para hablar por encima del ruido, así como también omite de tu menú las comidas muy copiosas, muy condimentadas y con mucha sal.

Prepara tus cuerdas vocales

Al igual que cualquier otro músculo, tus cuerdas vocales necesitan un calentamiento adecuado antes de un uso intenso, pero no solemos hacerlo y después sufrimos las consecuencias. Puedes hacer pequeños entrenamientos con vocalizaciones simples, como tararear una canción suavemente e intercalar con ejercicios de relajación.

Evita el abuso vocal

Aquí viene el consejo más importante: evita el abuso vocal. Gritar, hablar en voz alta durante largos períodos de tiempo o forzar tu voz puede causar daño a largo plazo a tus cuerdas vocales. Si sientes alguna molestia o dolor al hablar, ¡detente! Dale un descanso a tu voz.

Usa tu voz de forma saludable

Por último, pero no menos importante, utiliza tu voz de manera saludable. Ir a la Feria de Sevilla, incluso cantar sevillanas, es compatible con hacer un uso saludable de tu propia voz. Tan perjudicial es hablar en voz alta como susurrar. Lo ideal es mantener un tono de voz y volumen natural, sin forzar tu voz. Y recuerda, la calidad es más importante que la cantidad. No se trata de cuánto hablas, sino de cómo lo haces.