Diez señales de que a tu organismo le faltan proteínas
Investigación y Tecnología
La falta de proteínas en la dieta puede provocar una sensación persistente de cansancio y debilidad
¿Qué le pasa al cuerpo si comemos más proteínas de las que necesitamos?

Las proteínas son macronutrientes esenciales que desempeñan roles fundamentales en el organismo, incluyendo la formación y reparación de tejidos, la producción de enzimas y hormonas, y el mantenimiento de una función inmunológica adecuada. Una ingesta insuficiente de proteínas puede conducir a diversas manifestaciones clínicas que afectan a la salud y a nuestro bienestar general. Veamos algunas señales que nos indican que a nuestro organismo le faltan proteínas.
1. Fatiga y debilidad generalizada
¿Te has notado muy cansado últimamente? La falta de proteínas en la dieta puede provocar una sensación constante de cansancio y debilidad. Esto se debe a que las proteínas son esenciales para la producción de energía y para el mantenimiento de nuestra masa muscular, por lo que si no tenemos una ingesta adecuada de la misma, nuestro cuerpo va a comenzar a descomponer el tejido muscular para obtener energía, por lo que vamos a perder fuerza y resistencia. Según la dietista Elizabeth González, portavoz de la Asociación de Nutricionistas y Dietistas de Madrid, "la fatiga excesiva o crónica es la primera señal de la falta de proteínas"
2. Pérdida de masa muscular
Las proteínas son fundamentales para la construcción y reparación de los músculos. Una ingesta insuficiente puede resultar en la pérdida de masa muscular, afectando la fuerza física y la capacidad para realizar actividades cotidianas. Este proceso, conocido como sarcopenia, es especialmente preocupante en personas mayores, ya que la pérdida de masa muscular puede afectar a su movilidad y a su calidad de vida.
3. Problemas en el cabello, la piel y las uñas
El cabello, la piel y las uñas están compuestos principalmente por proteínas como la queratina y el colágeno. Una deficiencia proteica puede manifestarse en cabello quebradizo o caída del mismo, piel seca y uñas débiles o con manchas blancas. Estos síntomas indican que el cuerpo no está recibiendo los nutrientes necesarios para mantener la salud de estos tejidos.
4. Sistema inmunológico debilitado
Las proteínas son esenciales para la producción de anticuerpos y otras moléculas involucradas en la respuesta inmunológica. Una ingesta insuficiente puede comprometer la capacidad de nuestro cuerpo para combatir infecciones, resultando en una mayor susceptibilidad a enfermedades, así como también en una recuperación más lenta. Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), "las proteínas, los hidratos de carbono, las grasas, las vitaminas, los minerales y el agua como nutrientes tienen diversas funciones energéticas, plásticas y/o reguladoras, cuyo consumo debe cubrir las necesidades del cuerpo humano. Por ello, la adopción y el seguimiento de una dieta equilibrada y variada constituye un requisito imprescindible para mantener la salud y el bienestar de los individuos, así como para prevenir la enfermedad".
5. Retención de líquidos (edema)
La deficiencia de proteínas puede alterar el equilibrio de líquidos en el cuerpo, llevando a la acumulación de líquidos en los tejidos, especialmente en las extremidades inferiores. Este fenómeno, conocido como edema, se manifiesta como hinchado en piernas y pies.
6. Antojos frecuentes y aumento del apetito
Una dieta baja en proteínas puede provocar antojos constantes, especialmente de alimentos ricos en azúcar y carbohidratos. Esto ocurre porque las proteínas ayudan a regular los niveles de glucosa en sangre y proporcionan una sensación de saciedad. Sin una ingesta adecuada, es más probable experimentar hambre frecuente y consumir alimentos poco saludables.
7. Cambios de humor y dificultades cognitivas
Las proteínas son necesarias para la síntesis de neurotransmisores que regulan el estado de ánimo y las funciones cognitivas. Una deficiencia puede resultar en irritabilidad, cambios de humor, dificultades de concentración y problemas de aprendizaje.
8. Problemas óseos
Una ingesta insuficiente de proteínas puede afectar la salud ósea, aumentando el riesgo de fracturas y osteoporosis. Las proteínas desempeñan un papel crucial en la absorción de calcio y en la formación de la matriz ósea.
9. Dificultad para sanar heridas
La regeneración de tejidos y la cicatrización de heridas dependen en gran medida de las proteínas, por lo que una deficiencia puede ralentizar el proceso de curación y aumentar el riesgo de infección.
10. Sensación de frío constante
La falta de proteínas puede afectar la termorregulación del cuerpo, provocando una sensación de frío persistente, incluso en ambientes cálidos. Esto se debe a que las proteínas son necesarias para el metabolismo energético y la producción de calor corporal.
Es importante destacar que estos síntomas pueden estar asociados a otras condiciones de salud. Por ello, si estas señales permanecen demasiado en el tiempo, es fundamental consultar a un profesional de la salud para una evaluación adecuada y determinar si la causa es una deficiencia de proteínas u otro problema que también necesite solución.
Para garantizar una ingesta adecuada de proteínas, se recomienda seguir una dieta equilibrada que incluya fuentes variadas de este macronutriente, como carnes magras, pescado, huevos, legumbres y frutos secos. La cantidad diaria recomendada de proteínas puede variar según factores individuales como la edad, el sexo, el nivel de actividad física y el estado de salud general. Por ello, es aconsejable buscar orientación personalizada de un dietista o nutricionista.
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