Remedios naturales para la acumulación de gases por los excesos en la Semana Santa

Investigación y Tecnología

Una caminata suave de 10 a 15 minutos después de comer puede mejorar significativamente la digestión y reducir la acumulación de gases

Los alimentos antiinflamatorios que, según Harvard, no deben faltar en tus platos

Remedios para los gases
Remedios para los gases / Freepik

Después de celebraciones como la Semana Santa, donde las torrijas y otros platos tradicionales son protagonistas, muchos de nosotros nos encontramos con cierta incomodidad digestiva, especialmente gases e hinchazón abdominal. Esta acumulación de los gases en nuestra barriga es una reacción común que tiene el cuerpo como respuesta al exceso de azúcares, grasas y alimentos poco digestivos que hemos tenido estos días. Aunque no suele ser grave, sí puede resultar molesto y afectar a la calidad de vida durante varios días.

Afortunadamente, existen remedios naturales y accesibles que pueden ayudarnos a aliviar esta sensación sin necesidad de recurrir a fármacos. Toma nota de algunos de ellos y de cómo tomarlos ya que pueden ayudarte equilibrar tu sistema digestivo de forma efectiva, segura y sencilla. Además, son remedios que solemos tener en casa o, al menos, de fácil alcance, además de ser aptos para la mayoría de las personas, salvo contraindicaciones específicas.

1. Infusión de anís verde: un clásico digestivo natural

El anís verde (Pimpinella anisum) es una de las plantas más populares por su capacidad carminativa, es decir, su habilidad para reducir la formación de gases intestinales y favorecer su expulsión. Esta propiedad lo convierte en un aliado ideal tras una semana de comidas copiosas. Según el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO), el anís verde actúa relajando los músculos del tracto digestivo, lo que ayuda a disminuir la hinchazón y facilita una digestión más fluida. Además, su sabor suave lo hace agradable para consumir incluso después de comidas pesadas.

Prepara una infusión con una cucharadita de semillas de anís verde en una taza de agua hirviendo. Deja reposar 10 minutos y tómala tibia, preferiblemente después de las comidas principales.

2. El poder del jengibre fresco para calmar el intestino

El jengibre es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y digestivas. Diversos estudios, como los recogidos por la National Library of Medicine (NIH), muestran que el jengibre estimula la producción de saliva y jugos gástricos, facilitando la descomposición de los alimentos y reduciendo la fermentación intestinal que genera gases. Además, el jengibre puede ayudar a reducir náuseas y prevenir espasmos intestinales, lo cual es especialmente útil tras varios días de excesos.

Si te decantas por este remedio, ralla una pequeña porción (unos 2 cm) de jengibre fresco y agrégalo a una taza de agua caliente. Deja reposar 5 minutos y bébelo lentamente antes o después de comer. También puedes añadirle unas gotas de limón para potenciar su efecto digestivo.

3. Agua tibia con limón en ayunas: depuración suave

Un remedio sencillo y económico, pero muy eficaz, es tomar agua tibia con limón en ayunas. Esta combinación estimula el tránsito intestinal, mejora la digestión de los alimentos ingeridos el día anterior y ayuda al cuerpo a eliminar toxinas acumuladas. El limón, aunque ácido al gusto, tiene un efecto alcalinizante en el organismo una vez metabolizado. Además, contiene vitamina C, que favorece el funcionamiento del sistema inmunológico y del hígado, órgano clave en la digestión de grasas.

Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), el agua con limón puede mejorar la digestión, aunque advierten que no debe sustituir una alimentación equilibrada, ni consumirse en exceso por personas con problemas gástricos. Ponerlo en práctica es muy sencillo. Solo tienes que exprimir medio limón en un vaso de agua tibia (no caliente) y beberlo en ayunas, aproximadamente unos 15-20 minutos antes del desayuno.

4. Caminar después de las comidas: el remedio más simple y eficaz

A veces, el mejor remedio es también el más accesible: caminar. Realizar una caminata suave de 10 a 15 minutos después de comer puede mejorar significativamente la digestión y reducir la acumulación de gases. El movimiento favorece el peristaltismo intestinal, es decir, los movimientos naturales que realiza el intestino, lo cual ayuda a que los gases no se queden atrapados y provoquen molestias.

Un estudio publicado en el Journal of Gastrointestinal and Liver Diseases sugiere que caminar tras las comidas mejora la velocidad del vaciado gástrico, lo que se traduce en menos fermentación y, por tanto, menos gases. Después de cada comida, da un paseo tranquilo de unos 10-15 minutos, preferiblemente al aire libre. No es necesario hacerlo con intensidad; basta con mantener un ritmo cómodo y constante.

La acumulación de gases es una respuesta común del cuerpo a excesos alimenticios, pero no por ello debe normalizarse o ignorarse. Con ayuda de remedios naturales como el anís verde, el jengibre, el agua con limón y simples paseos diarios, es posible aliviar estas molestias de forma segura, económica y accesible. Como siempre, si los síntomas persisten o se agravan, es recomendable consultar con un profesional de la salud. Pero en la mayoría de los casos, el poder de la naturaleza, junto con pequeños cambios en el estilo de vida, puede marcar una gran diferencia en nuestro bienestar digestivo.

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