Los probióticos y prebióticos son dos tipos de suplementos que tienen diferentes funciones en el cuerpo y no están directamente relacionados con el tratamiento del resfriado, pero el consumo de ambos es necesario para tener buena salud, sobre todo, la intestinal. 

Por lo que respecta a los probióticos, son microorganismos vivos, generalmente bacterias beneficiosas, que se encuentran en alimentos fermentados como el yogur o también en forma de suplementos. Estos microorganismos ayudan a mantener un equilibrio saludable en la microbiota intestinal y mejoran la salud digestiva. Esto quiere decir que tiene un impacto positivo en el sistema inmunológico, pero tampoco está considerado como una solución directa contra el resfriado común. 

Por otro lado, los prebióticos son sustancias no digeribles que actúan como alimento para las bacterias beneficiosas que hay en el intestino ayudando a mantener el equilibrio de la flora intestinal, por lo que favorece que las personas tengan una digestión saludable y, además, están específicamente diseñados para tratar el resfriado. De esta forma, prebióticos y probióticos se complementan haciendo necesario el consumo de ambos.

Bacterias probióticas para estimular las defensas

Los probióticos en sí no tienen repercusión directa contra los resfriados, pero sí ayuda a estimular las defensas. El doctor Hong Zhang hizo un estudio en el año 2018 con el que pudo demostrar que tomar probióticos a base de lactobacilos ayudaba a prevenir el resfriado y a hacer que los síntomas fueran más leves, evitando los incómodos estornudos, congestión nasal y la tos, además de otros síntomas propios del resfriado.

Esto se debe que las bacterias probióticas son capaces de estimular a nuestras defensas, actuando concretamente sobre los linfocitos Th1 que, una vez activados, son capaces de destruir microorganismos patógenos, activan a otras células defensivas, como los macrófagos, eliminar células infectadas y reparar los tejidos dañados durante la infección.

De esta manera, los síntomas del resfriado serían más leves y, además, habría muchas posibilidades de resfriarnos menos de lo habitual y disminuir la intensidad de los síntomas y molestias. Aun así, todavía queda mucho por investigar.

Alimentos que contienen probióticos

Para tratar el resfriado, lo más importante es descansar, mantenerse hidratado mantener una dieta equilibrada rica en nutrientes y mantener una buena higiene personal para prevenir la propagación de infecciones. La falta de probióticos daña la flora intestinal provocando hinchazón, gases, digestiones pesadas, estreñimiento, diarreas, dolores abdominales y otras afecciones en la zona baja del estómago.

Una forma de adquirir los probióticos y sus beneficios es a través de la alimentación. Muchos de estos productos los consumimos, prácticamente a diario. Toma nota: 

1. Yogur natural. Es la principal fuente de probióticos, además de contener un alto contenido en calcio. 
2. Kéfir. Es un producto fermentado con levadura y bacterias que puedes consumir en las dietas altas en proteínas.
3. Leche fermentada. Es la base sobre la que se elabora el yogur, por lo que también es fuente de probióticos.
4. Manzana. Contiene unos 100 millones de bacterias que interactúan de manera saludable con la flora intestinal.
5. Ajo. Es un alimento que ayuda al crecimiento de los probióticos en la flora intestinal.
6. Naranja. Además de ser una fuente rica en vitamina C, flavonoides, potasio y fibra, también cumple una función probiótica.
7. Chocolate negro. El cacao que contiene el chocolate negro beneficia mucho la salud de las bacterias del intestino.
8. Queso. Cabrales, el feta, el roquefort, la mozzarella o el parmesano son algunos de los que contienen más probióticos.
9. Piña. Altamente conocida por su función diurética, rica en vitaminas y minerales y también probiótica.
10. Fresa. Los frutos rojos, en general, son alimentos probióticos, por lo que también puedes incluirlo en tu dieta.