Este es el alimento demostrado científicamente (y que tal vez no sabías) que protege tus arterias

Nutrición y Bienestar

El estudio mostró que las personas que consumían un 30% más de vitamina K1 de lo recomendado tenían un menor riesgo de desarrollar enfermedades vasculares a largo plazo

Qué vitamina necesitamos para formar coágulos en la sangre y evitar hemorragias

Verduras de hoja verde
Verduras de hoja verde / Freepik

¿Y si te dijeran que un gesto tan simple como comer una taza y media de verduras al día puede ayudarte a prevenir infartos y derrames cerebrales? Puede sonar exagerado, incluso demasiado fácil, pero eso es precisamente lo que ha descubierto un grupo de científicos que consiste en un introducir solo un pequeño cambio en nuestra dieta diaria. Con esto, lograremos tener una de las mejores defensas que podemos tener contra las enfermedades cardiovasculares, una de las principales causas de muerte en el mundo.

Quizás pienses que ya has escuchado muchas veces que "hay que comer más verduras", pero esta vez no se trata de un consejo cualquiera, sino de una evidencia concreta que conecta directamente ciertos alimentos con la salud de nuestras arterias. Y lo mejor todo es que no se trata de suplementos, ni productos caros, sino que está en nuestra propia alimentación. Se trata de las espinacas, brócoli, col rizada o cualquier otra verdura de hoja verde. Este descubrimiento vamos a verlo a continuación y vamos a ver cómo este tipo de alimentos marca la diferencia en nuestra salud, cómo funcionan dentro de nuestro cuerpo y qué están haciendo los científicos para llevar esta información de los laboratorios a tu mesa.

Un nutriente clave para cuidar nuestras arterias

Cuando hablamos de enfermedades cardiovasculares, nos referimos a un grupo de problemas que afectan directamente al corazón y los vasos sanguíneos. Uno de los más comunes y peligrosos es la aterosclerosis, una condición en la que las arterias se endurecen y se tapan debido a la acumulación de grasa y calcio, reduciendo el flujo de sangre y provocando complicaciones graves, como ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.

Según la investigadora Montana Dupuy, que lideró este estudio, una mayor ingesta de vitamina K1 a través de los alimentos podría ayudar a reducir ese riesgo. Esta vitamina, que se encuentra sobre todo en las verduras de hoja verde y en las crucíferas como el brócoli, podría actuar como una barrera contra la calcificación de las arterias. En otras palabras, podría ayudar a que nuestras arterias se mantengan más sanas por más tiempo.

"No se trata de renunciar a lo que nos gusta, sino de sumar alimentos que nos ayuden a vivir mejor"

El doctor Marc Sim, también miembro del equipo de investigación, explica que no se necesita consumir grandes cantidades. Basta con una taza y media de estas verduras al día, que viene a ser entre 70 y 150 gramos, dependiendo del tipo, para obtener beneficios reales, pero no solo eso, sino también en los huesos, ya que la vitamina K1 también favorece la salud ósea. Esto es especialmente importante para personas mayores, que suelen enfrentarse a problemas como la debilidad ósea o la osteoporosis.

Además, el estudio mostró que las personas que consumían un 30% más de vitamina K1 de lo recomendado tenían un menor riesgo de desarrollar enfermedades vasculares a largo plazo. Incluso al analizar sus vasos sanguíneos, se encontró que estaban en mejores condiciones, con menos signos de engrosamiento. Estos resultados no solo respaldan la importancia de este nutriente, sino que confirman que la alimentación diaria tiene un impacto directo en nuestra salud futura.

Cómo llevar estos resultados a la vida real

Una de las mejores noticias de este estudio es que no se ha quedado solo en la teoría. El equipo de investigación ya está trabajando en formas prácticas de aplicar este conocimiento en la vida diaria de las personas. En el Laboratorio de Alimentos Futuros de la ECU, los investigadores están creando nuevos productos alimenticios que contienen más verduras de hoja verde ricas en vitamina K1.

La doctora Liezhou Zhong, que también participa en este proyecto, señala que uno de los objetivos principales es ayudar a personas que viven en contextos donde no siempre es fácil mantener una alimentación equilibrada. Por ejemplo, muchas personas mayores que se encuentra ingresadas en residencias no tienen un acceso regular a verduras frescas o no pueden prepararlas por ellas mismas. Por eso, estos nuevos alimentos están diseñados para que no nos cueste trabajo consumirlos, que sean prácticos y con un alto valor nutritivo.

Con esta iniciativa, los investigadores buscan convertir los datos científicos en soluciones reales para todos los grupos de población ya que, en definitiva, además de saber que alimentos como las verduras de hoja verde puede servirnos, también hay que saber incluirlo en nuestro día a día de una manera fácil y sencilla. Para ello, tendremos que enfrentarnos a la difícil tarea del cambio de hábitos y la rutina, el trabajo o el cansancio no nos lo ponen fácil ya que muchas veces, por la falta de tiempo, vamos a lo cómodo y a lo más rápido.

Sin embargo, este estudio nos recuerda que hay decisiones simples que pueden marcar una gran diferencia en nuestras vidas, y la de incluir una taza y media de verduras de hoja verde en nuestras comidas diarias es una de ellas. Esta pequeña acción tiene beneficios reales y comprobados para nuestro corazón y nuestra salud en general.

No se trata de renunciar a lo que nos gusta, sino de sumar alimentos que nos ayuden a vivir mejor. Una sopa con espinaca, una ensalada con kale, o un plato de brócoli al vapor pueden ser más que una guarnición: pueden ser una herramienta para prevenir enfermedades y mejorar nuestra calidad de vida.

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