GLORIAS

La Pastora de Triana levantó pasiones en su salida desde Santa Ana

Procesión de La Pastora de Triana

Procesión de La Pastora de Triana / Juan Carlos Muñoz

Sonaban cohetes en el barrio de Triana para anunciar que la Divina Pastora de Triana, Patrona del Deporte Nacional, había salido al encuentro con sus fieles y devotos. Los uniformes azules de la Banda del Sol abrían paso al cortejo, esta vez sin las plumas blancas sobre sus cascos plateados. Las calles presentaban menos adornos de papel que en años anteriores, debido a la presencia de lluvia durante los días previos a la salida.

Inicialmente esta procesión estaba prevista para el mes de septiembre, y se pospuso al 30 de octubre debido a las restricciones causadas por la Covid-19. La pasada semana se anunciaba que, en vista de las previsiones de lluvia para ese día, se retrasaba definitivamente al 1 de noviembre, una fecha nada habitual para esta hermandad. La Divina Pastora de las Almas volvía a pasearse por el viejo arrabal de Triana tras dos años sin cultos externos.

Procesión de La Pastora de Triana Procesión de La Pastora de Triana

Procesión de La Pastora de Triana / Juan Carlos Muñoz

"Larga se hizo la espera, cada segundo contaba, para que el sol presumiera de encontrarse con tu cara", decía la letra de una sevillana cantada desde un balcón de la calle Alfarería. Unos metros más adelante, a la altura de la Casa Montalván, llovían pétalos sobre la Virgen, inundando la canastilla. Sonaba tras el paso la Sociedad Filarmónica de Nuestra Señora de la Oliva de Salteras.

Se dedicó una levatá al físico de partículas Antonio Delgado, andaluz afincado en Indiana, conocido entre los cofrades por sus predicciones meteorológicas. Gracias a su ayuda y consejo ha sido posible ver a la Virgen en la calle, tal y como decía el capataz a sus costaleros. Otra dedicatoria fue para las mujeres de esta cofradía, "especialmente por las mujeres miembros de junta", apuntaba Julián Huertas.

Los vivas y piropos a las plantas de esta bellísima imagen de Gabriel de Astorga se iban sucediendo de forma constante. La Virgen pasó por las puertas cerradas de la Capilla de la Estrella, sin detener el paso, siendo recibida por una representación de la Hermandad del Domingo de Ramos. Sí se produciría el saludo a la Hermandad de la Esperanza de Triana, en la calle Pureza. Minutos más tarde entraba de nuevo en la Parroquia de Santa Ana.

El paso iba exornado con tulipanes, rosas, rosas de pitimí, verónicas, nardos y hojas de roble, todo ello colocado por las expertas manos del florista Javi Grado.

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