Semana Santa de Écija

Confalón. El Cristo de la lluvia

  • La leyenda cuenta que el crucificado fue hallado por varios campesinos en un pozo

Primer plano del Cristo del Confalón. Un crucificado del siglo XVI.

Primer plano del Cristo del Confalón. Un crucificado del siglo XVI. / José Luis Gutiérrez

La llegada del Cristo de Confalón a Écija está envuelta por la leyenda. Cuentan que fue hallado por un grupo de campesinos en un antiquísimo pozo situado en el camino que une esta antigua ciudad con la localidad de El Rubio.

Tras varios intentos por sacarlo, los labradores se vieron obligados a quitarse los zapatos para lograr rescatarlo, de ahí que los hermanos que lo portan el Jueves Santo vayan descalzos.

Cuando intentaban trasladarlo a El Rubio, los bueyes que llevaban la carreta se quedaron paralizados, lo que se interpretó como “la voluntad divina” de que la imagen recibiera culto en Écija.

Una vez dentro del municipio los sorprendió una fuerte tormenta delante del Convento de la Victoria, donde los franciscanos abrieron las puertas para darle refugio. Desde aquel momento, aquel templo se convirtió en la sede canónica de su hermandad.

Este crucificado sale en procesión de rogativas en tiempos de sequía a petición de los agricultores. La última vez que esto ocurrió fue el 9 de diciembre de 2017.

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