El Palquillo

¿Existe riesgo de que alguna cofradía de la Semana Santa de Sevilla no salga por problemas económicos?

  • La Hermandad del Cautivo de Écija no podrá procesionar en Semana Santa por motivos económicos

  • La anterior Junta de Gobierno dimitió por imposibilidad de desarrollar sus funciones

Nazarenos de La Paz por el Parque de María Luisa

Nazarenos de La Paz por el Parque de María Luisa / Diario de Sevilla

Hace escasas horas conocíamos una noticia que supone el peor estadio que puede alcanzar una hermandad: no poder realizar su estación de penitencia por motivos ajenos a otros factores puntuales como las condiciones atmosféricas. Es el caso de la Hermandad del Cautivo, de Écija, que este Domingo de Ramos no saldrá a las calles de la localidad por imposibilidad de hacer frente a los gastos que conlleva la procesión, una situación derivada de deudas paulatinamente contraídas y con el objeto de no incrementarlas más aún.

El pasado mes de diciembre, la anterior Junta de Gobierno dimitió en bloque por la imposibilidad de ejercer sus funciones, por lo que el Arzobispado, a través de un decreto, instauró un Comisionado (o Junta Gestora) para devolverle la normalidad a esta cofradía astigitana. Durante el tiempo que la hermandad esté intervenida, no podrán celebrarse cabildos sin la autorización eclesiástica pertinente. La Hermandad informó de esta decisión a través de una carta dirigida a los hermanos. Una circunstancia tremendamente dolorosa.

Este tipo de situaciones, que por desgracia no son novedosas e inusuales en la historia de las cofradías, derivan generalmente de un acusado episodio de inestabilidad económica, en el que, por poner un ejemplo, una corporación se embarca en suntuosos proyectos que a largo plazo resultan irrealizables dada la realidad de sus cuentas. Cuentas que, al fin y al cabo, se dedican principalmente a mantener el ejercicio del culto, la caridad y el mantenimiento del patrimonio. Si, la nómina de hermanos no es precisamente extensa y las cuotas son exiguas, alcanzar el equilibrio es complejo. Y hay que insistir en una cuestión: a pesar de todo, en la amplia mayoría de los casos, las hermandades de otras localidades con menor número de habitantes sobreviven y permanecen estables en el día a día.

La pandemia

A todos estos ingredientes debemos sumar una coyuntura inesperada y feroz: la pandemia de coronavirus, que por completo paralizó la actividad de las hermandades y las obligó a fortalecer los recursos disponibles para dedicarlo a la caridad y la atención a los hermanos. Los dos años sin procesiones en Semana Santa también han supuesto una ausencia de ingresos en las arcas de las cofradías, que no han recibido la aportación por la explotación de las sillas. Es más: salvando las distancias con el caso de Écija, hubo hermandades de gloria que no pudieron realizar sus respectivas salidas procesionales en 2021 por las estrecheces económicas que atravesaban, y que les impedían desarrollar su procesión con normalidad, más allá de la imposibilidad de "garantizar la salud de los integrantes del cortejo".

Aunque las hermandades de gloria, mayoritariamente, consiguen procesionar y mantenerse a pesar de percibir unos ingresos no especialmente generosos (y veamos en estos próximos años), el momento actual de las cofradías (incremento de la participación) nos invita a pensar que situaciones como la de Écija están lejos de producirse. Revisando la historia, hermandades que hoy gozan de una salud envidiable en un tiempo se vieron obligadas a permanecer sin procesionar durante varias décadas por diferentes cuestiones, entre ellas, la situación económica. Enseres prestados, nómina de hermanos irrisoria en comparación con la actualidad... Y una capacidad de gestión de recursos que hoy raya la profesionalidad. El momento estelar que viven las cofradías penitenciales asegura un porvenir estable (en los Cabildos de Cuentas se presupuesta todo al detalle y para todo el año, al objeto de evitar números indeseados). Además de donaciones (las que incluyen las papeletas de sitio, por ejemplo), actividades benéficas para bolsa de caridad, apoyos civiles...

Sabemos que la pandemia ha golpeado duramente a las hermandades y que muchos proyectos se han visto truncados o necesitados de apoyo (cuotas extraordinarias), pero estos aciagos episodios podrían servirnos como punto de inflexión para valorar la importancia de la estabilidad económica y las extraordinarias herramientas y conocimientos de gestión que tenemos a nuestro alcance. Esperamos y deseamos que pronto regrese la normalidad a la querida Hermandad del Cautivo.

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