El AVE también llega a Santa Rufina

Calle Rioja

En casa. María Ángeles López Romero, trianera que vive en Madrid, volvió ayer para presentar su libro con Isaac García, 42 años repartidos entre Padres Blancos y San Marcos.

El AVE también llega a Santa Rufina
Francisco Correal

02 de octubre 2014 - 05:03

LA boda no se convirtió en funeral con el símil sacramental que puso la autora del libro. La tesis de María Ángeles López Romero es que hay que cambiar el lenguaje para transmitir la fe, pero la parábola del hijo pródigo está en su sitio. Así fueron recibidos ella misma, trianera que hace casi veinte años se fue a trabajar a Madrid como periodista, e Isaac García, burgalés de Arenillas de Pisuerga destinado como párroco a la capital hace tres meses después de 42 años en Sevilla, 25 en el colegio de los Padres Blancos y 17 en San Marcos.

María Ángeles nació en 1970, Isaac llegó a Sevilla en 1972. Son, respectivamente, la redactora jefe y el director de la revista 21, publicación mensual del Sagrado Corazón de Jesús. Dice Isaac que a la periodista se le ve el oficio a la hora de elegir el título de sus libros: Papás blandiblup, Morir nos sienta fatal, Mamá, ¿Dios es verde? Y el que presentó ayer en la parroquia de Santas Justa y Rufina, frente al parque del Turruñuelo: Adiós al Jesusitodemivida (PPC). En la misma iglesia donde se preparó para la primera comunión.

Dice María Ángeles que ha escuchado a Dios "gracias a mi profesión". Tanto ahora, en la revista 21, una raya en el agua en las publicaciones confesionales, como cuando en Sevilla prestó sus servicios en la agencia Sur Press, encima de la discoteca Groucho. De esa época, acudieron sus compañeros Juan José Fernández Trevijano y José Luis Gordillo.

A vueltas con la transmisión de la fe. De acuerdo con el subtítulo de su libro, María Ángeles eligió para su presentación a dos personas que han utilizado para esa transmisión herramientas como la danza contemplativa y el teatro. Marisa Cotolí dirige el centro Al Alba de atención a la mujer en la calle Relator. Esta religiosa oblata trabaja con mujeres a las que la vida ha dejado en el arcén, aboga por buscar a Dios con la imaginación y la creatividad, "que se encuentran en el hemisferio derecho del cerebro, aunque utilizamos más el izquierdo".

Isaac García ha dirigido más de doscientas obras de teatro. Fue descubridor de talentos como Antonio Dechent o Paz Vega. Destinado en una parroquia del norte de Madrid, antes de volver para presentar el libro de su redactora-jefe lo hizo para ver La venganza de don Mendo. En su etapa al frente de los Informativos de Canal Sur, Fernández Trevijano eligió a este cura burgalés de raigambre sevillana para sustituir a José María Javierre al frente de Testigos Hoy, que ahora dirige Susana Herrera, presente en el acto.

Manuel Soria es el párroco de Santas Justa y Rufina, que se llenó como en la más concurrida de las bodas. Excusó su ausencia Jesús Toro, vicario parroquial. En primera fila, María Ángeles Romero e Ignacio López, los padres de la novia. En un lateral, su hermana Elena, que interpretó un par de canciones muy acordes con la letra pequeña del libro. La guitarra de la acompañante era como un punto de equilibrio en la disyuntiva planteada por Javier Elzo, autor del prólogo, en su libro Los cristianos, ¿en la sacristía o tras la pancarta?

Adiós al Jesusito de mi vida, esa oración en cuyo último verso cree uno encontrar el pulso lírico de Agustín García Calvo y la voz de Amancio Prada, "tómalo, tuyo es; mío no". Adios al Jesusito, al Cristo de Velázquez -el del Greco se ha salvado por el cuarto centenario- y al gregoriano; a Molokai, que adaptó al teatro el padre Isacc García, y a Fray Escoba.

La transmisión de la fe la considera esta trianera de Madrid asunto prioritario para solventar una paradoja: no se entiende que una fe que a ella le ha dado "alegría, esperanza, ganas de cambiar el mundo", otros la oculten "por pudor, por miedo o por vergüenza". "Dejemos de ver persecuciones laicistas, el principal problema es la falta de testimonio y de alegría de quienes nos decimos creyentes". Quienes siguen con "los cuentos de la Edad Media o las apelaciones a la autoridad" van en contramano, dice la autora, "ni siquiera están en la onda del Papa, mal que les pese a los papistas".

Herminio Otero representó a la editorial PPC en este regreso triunfal de una reportera digna de la BBC que un día vio a Cristo vivo en una favela de Sao Paulo. Su hermana canta que no cree en un Dios "altísimo y lejano". Ella tampoco. "Creo en el Dios del amor, no el de la condena; el Dios de la libertad, no el de la censura; el Dios de la alegría, no el de la pena". Mamá, ¿Dios es verde? La pregunta se la hizo su niño. Un compromiso, porque ella es sevillista y su marido del Atlético de Madrid. Vaya semanita.

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