Imagina que vas a comprar lentillas, ¿sabrías en qué contenedor tienes que desechar cada una de sus partes? Lo cierto es que cada vez son más las personas concienciadas con la importancia del reciclaje y el cuidado del medioambiente. El hecho de contar en nuestro domicilio con recipientes separados para ir clasificando los desechos y luego depositarlos en el contenedor correspondiente es habitual en la mayoría de los domicilios. Sin embargo, son muchos los productos sobre los que nos surgen dudas a la hora de deshacernos de ellos.
Residuos habituales: dónde tirarlos
Por seguir con el ejemplo inicial, diremos que las lentillas, aunque sean desechables, por motivos higiénicos y sanitarios no se pueden reciclar. Por supuesto, tampoco es correcto tirarlas por el desagüe o por el WC, ya que si haces esto acabarán en el mar y ya sabemos que la mayor parte de las cosas que se depositan en el mar suelen acabar siendo consumidas por los animales marinos.
Lo correcto es tirar las lentillas usadas al cubo de la basura normal. Una duda que surge a menudo se refiere a uno de los objetos de higiene más cotidianos: el cepillo de dientes. Pues bien, aunque parece que es de plástico no debe desecharse en el contenedor amarillo, lo correcto es llevarlo a un punto limpio.
El blíster en el que suelen venir las lentillas, en cambio, sí que va en el contenedor amarillo, al igual que el papel de aluminio o el film siempre que no estén muy sucios, en cuyo caso van a la basura. También los aerosoles y los botes de pintura (los caseros no los industriales) se tiran al contenedor amarillo, eso sí, asegurándonos de que realmente están acabados. Y los briks van también al amarillo porque su interior es de aluminio o de plástico.
Hay quienes se preguntan por qué los juguetes, las sartenes viejas u otros objetos metálicos tienen que ir al contenedor de basura normal en lugar de reciclarse en el amarillo, como parecería lógico. Lo cierto es que el contenedor amarillo está destinado únicamente a los envases, porque estos se trasladan a una serie de instalaciones destinadas a separar esto productos que son los que luego se reciclan. La razón última es que los plásticos tienen procesos diferentes de fabricación.
Por último, la caja de las lentillas como cualquier tipo de cartón o papel se debe tirar en el contenedor azul. La excepción en estos casos es la suciedad o presencia de grasas: una caja de pizza, las servilletas o los pañuelos de papel, se tiran al contenedor de basura.
Se ha calculado que en los países desarrollados cada persona produce una media de 1 kilogramo de basura por día. Eso nos da una idea de la importancia que cobra el reciclaje de los productos sabiendo que los recursos del planeta son limitados. Aprender a separar las diferentes partes de cada producto, como pueden ser unas simples lentillas, es un modo de ayudar al planeta y por lo tanto de ayudarnos a nosotros mismos.
