El fiscal dice que ETA quiso castigar a Sevilla con el atentado de Santa Justa

El explosivo del coche-bomba se utilizó también en la acción terrorista contra el socialista José Asenjo · La Fiscalía pide 12 años y el juicio queda visto para sentencia

El ex jefe militar de ETA Juan Antonio Olarra Guridi, en un momento del juicio.
El ex jefe militar de ETA Juan Antonio Olarra Guridi, en un momento del juicio.
Jorge Bezares / Madrid

23 de julio 2011 - 05:03

El fiscal Jesús Alonso concluyó ayer en el segundo y último día del juicio que se ha celebrado en Audiencia Nacional contra el ex jefe militar de ETA Juan Antonio Olarra Guridi que el coche-bomba colocado junto a la estación de Santa Justa de Sevilla el 31 de diciembre se ordenó como un "atentado-represalia" por la detención dos meses antes en Sevilla de dos terroristas gracias a la colaboración ciudadana. La presidenta de la Sala Cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional, Ángela Murillo, declaró el juicio visto para sentencia.

El fiscal se refirió a la detención a mediados de octubre de Jon Igor Solana y Harriet Iragui, que habían asesinado en la capital andaluza al coronel médico Antonio Muñoz Cariñanos. "Ante esa muestra de civismo y la maravillosa actuación ciudadana, ¿qué hace ETA? Ordena la comisión de un terrible atentado colocando 161 kilos de explosivos". El perito policial de inteligencia se mostró incluso más explícito que el fiscal: "Nosotros tenemos la idea de que (la acción) obedece a la intención de responder a la desarticulación de un comando en Sevilla gracias a la colaboración ciudadana. Como en octubre se había producido esa desarticulación, la idea es castigar a la ciudad".

Este perito explicó que, según testimonios de miembros legales de la bancada terrorista, Olarra Guridi y su compañera sentimental, Aihoa Mujika, máximos jefes militares de ETA, prepararon y ejecutaron la colocación del coche-bomba entre el puente de la Constitución y el 31 de diciembre. "Todo muy rápido, y una acción muy destacada para hacer el mayor daño posible", agregó. Para Alonso, "la bomba era lo suficientemente mortífera como para causar una gran cantidad de daño, que, con aviso o sin él, se hubiera producido". "Eso de la llamada es quizás para hacer un lavado de conciencia", añadió.

Como conclusión final, el fiscal destacó que el perito policial de explosivos había asegurado que el Tytadyn 30 A hallado en el coche-bomba de Sevilla había sido también colocado en los bajos del diputado socialista José Asenjo y en otro atentado con una víctima mortal. Subrayó que en otro peritaje policial se estableció que la matrícula de Málaga utilizada en el atentado frustrado en Sevilla fue empleada también en otros tres atentados, y el soporte de la placa, robado en una empresa guipuzcoana en 1999, en otros 13 acciones criminales de ETA.

El fiscal también utilizó el peritaje sobre la nota manuscrita de Olarra Guridi que sirvió como borrador para avisar de la colocación del coche-bomba -los peritos franceses y españoles certificaron que era suya- para dar por probado que participó, planificó y ordenó el atentado. Por todo ello, solicita 12 años de cárcel para el ex jefe militar de ETA por un delito intentado de estragos con finalidad terrorista y otro de depósito de explosivos. El abogado de Olarra, en sintonía con su cliente, que se negó de nuevo a declarar, solicitó la absolución por entender que no había ninguna prueba de cargo de su autoría.

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