Los trabajadores de las cafeterías del aeropuerto han iniciado un encierro en la Catedral de Sevilla y uno de ellos, el trabajador despedido en el mes de febrero, ha comenzado una huelga de hambre tras concluir una nueva reunión en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales (Sercla) sin acuerdo. Fuentes sindicales han señalado que unos 50 trabajadores mantienen un encierro indefinido ante la actitud "impresentable" de la empresa, que primero propuso readmitir al trabajador despedido y "ahora lo ha retirado". Asimismo, a partir de este viernes el colectivo decidirá que nuevas acciones llevarán a cabo y buscarán el apoyo del Ayuntamiento de Sevilla y diferentes instituciones para "solucionar el conflicto".

Por su parte, la responsable de Recursos Humanos del Grupo Abades, Ángeles Martín, ha advertido de que los trabajadores van "tarde" sobre las propuestas de la empresa, ya que "se ofreció un puesto de trabajo en una empresa externa y el trabajador que fue despedido en febrero no lo quiso, y ahora quieren retomar la propuesta, pero ésta ya se cerró". Asimismo, ha apuntado que el desgaste de los 50 días de huelga es "muy importante", ya que las cafeterías del aeropuerto de San Pablo han dejado de vender por valor de 800.000 euros, por lo que "no podemos ceder a las presiones".

De igual manera, ha detallado que los trabajadores ya han perdido durante este periodo de huelga "más dinero que la reducción que la empresa proponía al principio del conflicto, un 10% de la masa salarial" porque las pérdidas ascienden a más de 200.000 euros. "Los empleados supeditan la solución a la readmisión del trabajador, cuando ésta no es la razón en sí de la huelga y este puesto se ha externalizado", ha subrayado Martín. 

CCOO  ve "intransigente" a empresa

La dirección de CCOO de Sevilla ha mostrado su apoyo a los trabajadores de las cafeterías del aeropuerto de San Pablo que han iniciado un encierro y han tachado de "intransigente" a la empresa. En una nota, CCOO explica que se trata de una "dura" decisión que responde a la actitud "caciquil" de la empresa que se niega a readmitir al trabajador despedido y "acabar así con un conflicto que dura ya 49 días". "La intransigencia del Grupo Abades está prolongando un conflicto convocado para reclamar los derechos que estos trabajadores tienen contemplados en su convenio colectivo", añade. Además, indica que todos los compañeros del trabajador despedido destacan el "buen comportamiento que ha tenido y tiene" y aseguran no entender los motivos del Grupo Abades para proceder a su despido, "además en pleno periodo de movilizaciones". CCOO de Sevilla tacha así de "intransigente" la actitud del grupo Abades durante todo el conflicto y señala que este comportamiento parece perseguir una "estrategia para amedrentar" al resto de la plantilla.