Entrelazados por la blanca igualdad

"Fue en una época que estaban de moda los lazos como símbolos reivindicativos, el rojo para el sida, por ejemplo. Nosotros, el Foro de Hombres por la Igualdad, optamos por el blanco en busca de la paz, de la no violencia", explica José Ángel Lozoya, uno de los miembros fundadores de este grupo de hombres que se unieron en 1985 con el fin de revisar el modelo masculino tradicional y apoyar las reivindicaciones de las mujeres.

"Implicarnos en los cambios por los que llevan luchando las mujeres varios siglos siempre ha sido nuestro objetivo", aclara Lozoya, quien explica como fue en enero de 1998, tras el asesinato de Ana Orantes por parte de su marido, la primera vez que emplearon el lazo blanco en una recogida de firmas, sólo de hombres. Un acto que se desarrolló en la Plaza San Francisco y que tuvo muy buena acogida.

Nada tiene que ver este lazo blanco con el que en las últimas semanas han promovido algunas personas significativas de la Iglesia católica y de las cofradías en contra del aborto, o a "favor de la vida". Un símbolo que Lozano cuenta: "Lo ideamos, a la vez que el grupo de hombres de Valencia, sin saber que ya reproducíamos una iniciativa impulsada en 1991 por un grupo de canadienses que, tras al asesinato de 14 mujeres en una Escuela Politécnica de dicho país, usaron el lazo blanco. Un hecho que en ese momento nosotros desconocíamos". Mas tarde, sería la Asociación de Mujeres la entidad que desde Madrid impulsó el lazo que hoy, definitivamente, se ha extendido por distintos continentes.

El Foro de Hombres por la Igualdad se fundó con un grupo de 17 personas. Con el paso de los años, el foro ha desaparecido y vuelto a aparecer en distintas ocasiones. Al no estar constituidos como asociación, la estabilidad del foro ha sido desigual. Para fortalecer lazos a nivel estatal, los distintos grupos de hombres se reunirán próximamente en Jérica (Castellón) para intentar llegar a acuerdos, darle la solidez necesaria y poder agilizar el trato con la Administración.

En el proceso de madurez de este movimiento, -que va más allá del rechazo a la violencia hacia las mujeres, "porque lo que defendemos es un mundo igualitario en todos los ámbitos de la vida, una igualdad que no será posible si no nos involucramos los hombres", explica Lozoya-, el grupo de hombres de Sevilla ha realizado actividades, públicas y privadas, que les han valido para asentarse. A nivel interno destacan los premios que desde hace tres años entregan a un hombre involucrado con la causa feminista y las reuniones donde se debaten temas como la sexualidad, la paternidad, la violencia o la política y donde se toman decisiones concretas.

Entre las externas tuvo especial repercusión las dos manifestaciones convocadas desde el Foro y a las que, según Lozoya, "asistieron más de 300 personas, aunque lo importante no es el número sino el hecho de ser los pioneros en convocarlas bajo el lema Hombres contra la Violencia Machista".