Sevilla

La Policía detecta una nueva estafa en la falsa entrega de equipos EPI

  • Los estafadores se hacen pasar por una empresa de mensajería y piden que se envíe dinero a México desde locutorios

  • Las víctimas suelen ser empleados de clínicas, restaurantes y estancos, a los que dicen que su jefe ha autorizado el pago

Una agente de la Policía Nacional trabaja en un ordenador.

Una agente de la Policía Nacional trabaja en un ordenador. / DGP

La Policía Nacional ha detectado una nueva estafa en la entrega de supuestos equipos de protección individual (EPI) y material de seguridad. La estafa va dirigida contra empleados de clínicas, estancos, restaurantes y demás establecimientos en los que se trabaja de cara al público y se necesitan unas medidas de protección frente al coronavirus.

Los delincuentes se hacen pasar por una empresa de mensajería. Con la excusa de hacer entrega de los equipos de protección, solicitan el envío de dinero al extranjero, en concreto e México, a través de un locutorio, según ha informado este viernes la Policía Nacional en una nota de prensa.

Los estafadores contactan con las víctimas a través de una llamada telefónica. Generalmente esa llamada suele venir con el prefijo de México (+52), aunque también pueden utilizar números españoles que obtienen a través de servidores de internet. Una vez hecho el contacto, se hacen pasar por una empresa de mensajería y explican que han de entregar una serie de equipos EPI o material de seguridad, como videocámaras o equipos de vigilancia.

Durante la llamada, alegan tener en otra línea telefónica al dueño del establecimiento, que estaría al corriente de todo y autorizaría la orden de pago. Así, les exigen coger dinero de la caja registradora, del despacho del encargado, o incluso que saquen dinero de su propia cuenta, que luego el jefe se lo devolverá. Ese dinero han de enviarlo al extranjero a través de un locutorio. La cuenta de destino en todos los casos que se han detectado está en México. 

Los estafadores no dan opción a las víctimas a comprobar la veracidad de la llamada. Solicitan al interlocutor el número de teléfono personal para mantener ocupada su línea y la del establecimiento, de manera que los empleados no pueden contactar con el responsable del comercio para comprobar si es verdad que ha autorizado ese gasto. 

Si la víctima se muestra reticente, suelen amenazarlas con despidos o incluso con hacerles daño a ellos y sus familias. Estos delincuentes se aprovechan, dice la Policía, de la situación de emergencia sanitaria actual y del miedo de los trabajadores a ser despedidos.

La Policía da una serie de consejos para evitar ser víctima de este tipo de estafas. El primero de ellos, por supuesto, es no efectuar pago alguno sin haber comprobado previamente la veracidad de la llamada con el responsable del establecimiento. Además, no se deben facilitar datos personales; utilizar un sistema de pagos seguro y que dejen rastro, como transferencias bancarias; desconfiar si se pide un envío de dinero al extranjero y si el interlocutor tiene excesiva prisa para que se le haga el pago; y no dar credibilidad a las amenazas. 

Si se ha sido víctima de un fraude, la Policía pide que se anoten los teléfonos y la dirección o números en los que se ha ingresado el dinero, así como recopilar toda la información y denunciar los hechos. 

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