Fiestas Mayores

SOS en la Feria de Sevilla: faltan trabajadores para atender las casetas

Las casetas de la Feria de Abril ya se montan en el real de Los Remedios.

Las casetas de la Feria de Abril ya se montan en el real de Los Remedios. / José Ángel García

Una nueva amenaza para la Feria de Sevilla. La falta de profesionales que trabajen en las casetas durante los días de fiesta se ha convertido en un problema agravado tras la pandemia del Covid y con la entrada en vigor de la reforma laboral del Gobierno de Pedro Sánchez, que, además de las consecuencias que tiene en los cátering que prestan dicho servicio, reduce las ventajas económicas para los empleados. Los empresarios ya han advertido que, en tales condiciones, habrá una merma considerable en el número de solicitudes que pueden atender la semana de farolillos. A día de hoy, hay 100 casetas sin caseteros.

A poco más de dos meses de que se encienda el alumbrado, los titulares de las casetas se enfrentan a un déficit que ya se evidenció el año pasado, cuanto tuvo lugar la primera edición de la Feria tras la pandemia. Cada vez hay menos demandantes de empleo para esta celebración. Es decir, faltan trabajadores que desempeñen oficios ligados a las casetas. Una carencia que ha hecho saltar la alarma de la Asociación Andaluza de Hostelería de Feria, cuyo presidente, José David Martín, las ha enumerado en unas declaraciones a este periódico. 

Las empresas que se encargan del cátering de las casetas tienen problemas para encontrar cocineros, camareros, guardas y pinches de cocina. Cada vez resulta más complicado conformar una plantilla que atienda a un cliente (los titulares de las casetas) y ello se traduce en la capacidad de dar respuesta a la demanda que se registra para las próximas fechas. La Feria de Sevilla, por sus elevados números, supone un auténtico problema. 

110 empresarios para 800 casetas

En este sentido, Martín explica que la asociación que preside la conforman 110 empresarios que gestionan unas 800 casetas durante la segunda de las Fiestas de Primavera de la capital andaluza (que la integran más de mil casetas). Tal cifra se reducirá considerablemente este año, pues de esas 800 se pasará a unas 600 por la falta de profesionales. "En mi caso, por ejemplo, normalmente nos hemos hecho cargo de siete casetas, y ahora sólo podremos hacerlo con cinco. Algunos compañeros pasarán de seis a tres, la mitad", refiere este empresario, quien subraya que no deja de recibir a diario peticiones de propietarios de casetas y que actualmente hay unas 100 sin cátering que las gestione.

Los motivos de que haya menos demandantes para estos oficios se encuentran en la pandemia del Covid y la reforma laboral. Según Martín, entre 2020 y 2022 muchas personas que trabajaban en las ferias, ante la suspensión de estas celebraciones como medida sanitaria, optaron por buscar otros empleos. A esta circunstancia se suma la reforma laboral del Gobierno, que obliga a dar de alta como fijos-discontinuos a este personal, lo que, además de las consecuencias económicas para las empresas, reduce el aliciente para futuribles trabajadores. 

A este respecto, el presidente de los hosteleros de Feria incide -aunque sin concretar cifras- en que el empleado de una caseta gana durante una semana lo que logra en un mes en su oficio habitual, de ahí que muchas personas tomaran vacaciones en esas fechas para trabajar en el real, pues les suponía una considerable inyección económica. Esta ventaja ha desaparecido con la reforma laboral, que obliga a contratarlos como fijos-discontinuos y no como eventuales (algo habitual hasta 2019, el último año de Feria antes de la pandemia). "Al tener dos pagadores, Hacienda les retiene más en la declaración, con lo cual no resulta rentable trabajar en la Feria", explica Martín. 

Más de 12 horas de trabajo al día

Este problema ya surgió el año pasado, cuando la misma patronal llegó a convocar paros los días de Feria para que el Estado atendiera sus reclamaciones. La intención no era otra que convencer a la Administración central para que aplique un régimen especial al colectivo, que permitiera jornadas laborales de 12 horas, un modelo distinto de descansos y sin tope para acumular horas extra. El presidente de los hosteleros de Feria detalla que a las ocho horas que se trabaja en estas celebraciones se suman otras cuatro "de recarga o extra" para atender la demanda de las casetas. "Las ferias andaluzas tienen una idiosincrasia y costumbres que impiden que los oficios relacionados con ellas se adapten a la normativa general en materia laboral", abunda Martín. 

Desde entonces, se han mantenido reuniones con la Junta para avanzar en este objetivo y llevar una propuesta concreta al Gobierno, aunque desde la patronal se reconoce que se trata de "un trámite muy lento" ante las carencias urgentes que ya sufre el sector. Según esta asociación, la falta de trabajadores cualificados provocó que muchos titulares de casetas recurrieran el año pasado a empleados no profesionales o a empresas no consolidadas en este sector, que se vieron desbordadas ante la demanda. "En muchos casos la gestión de las casetas se convirtió en un auténtico desastre", asevera Martín, quien alerta de una amenaza: "Si no se logra un régimen especial y seguimos en idénticas condiciones, la Feria se va a enfrentar a un problema muy grave en cinco años".

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